Hijo de la luna (Malec Mpreg)

28. Por ti

Quieres escucharme luna, ven a decirme más, ya no alcanzo la razón, de mi confusión, tu puedes decírmelo todo 🎶

* * *

<<¿Hay alguna forma? ¿Alguna forma de que vengas conmigo, con nosotros?>>

Magnus había hablado de eso con la única persona que podía. Con Catarina. Pero las probabilidades y las posibilidades no eran muy buenas.

A él le encantaría decirle que sí a Alexander, pero no iba a mentirle.

Los ojos de Alec brillaban ilusionados y su corazón latía fuertemente. Él, después de hablar con Tessa, no tenía ni siquiera el pensamiento en que fuera posible conocer al padre de su hijo, aquel ser que había cumplido su deseo.

¿Por qué sería diferente con él de lo que fue para la madre de Tessa? Si ella no lo conoció, ¿por qué él sí lo haría?

Pero se había equivocado. Él lo había tomado, físicamente, le hablaba, lo visitaba, podía sentir sus caricias aunque fueran de luz, entonces ¿podría haber una posibilidad? ¿Un futuro juntos?

Una familia completa. Ellos, ambos, y su hijo. Ese sería su sueño hecho realidad. El deseo completo.

-¿Podrías? -Alec se puso de pie, la manta cayendo de su regazo, y puso sentir más intensamente la caricia de la Luna.

Magnus cerró sus ojos e intentó imaginarlo. Alexander de pie con un pequeño bebé, de piel pálida y ojos únicos, en sus brazos, y los de Magnus alrededor de Alexander. El pequeño semidiós, hijos de la Luna, con sus dos padres.

Definitivamente sería hermoso.

Sin intentar evadir la pregunta, hizo otra primero, de eso, de la respuesta de su mortal, dependía lo que él hiciera, rebelarse contra el Cielo y todos los dioses si era necesario: -¿Te gustaría? ¿Tú, Alexander, quisieras eso? ¿A mí en tu, su, vida?

-¡Por supuesto que sí! -Alec no dudo. Sentía que podía saltar y gritar de felicidad ante la posibilidad. Y su hijo, esta vez había un cosquilleo en su vientre que sí era de su hijo.

Sí, sí, sí, parecía decir. De acuerdo con su padre.

Magnus sonrió tanto. La luz de la Luna cegando a Alec un momento, y una hermosa sensación en su piel, en cada rincón de su cuerpo que Él tocaba de este modo. -Entonces lo haremos posible, mi amor.

Mi amor.

Y esas dos palabras los paralizaron a ambos.

Habían salido casi sin permiso...

¿Y Magnus se arrepentía?

¿Alec estaba asustado?

¿Podía surgir así algo como el amor?

CONTINUARÁ...

tengo una noticia, no sé si sea buena o mala para ustedes 🙈
esta historia pinta para ser larga 😱
sin retrasar su encuentro, obviamente...simplemente vendrá mucho después de eso 🙊