55. PARTE II: Magnus Bane

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Un pedazo de luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama.
(Jaime Sabines)

* * *

NOTA: les quiero aclarar algo, por cierto comentario por ahí. Igual alguien más se confunde. Cuando estoy en narrador omnisciente me refiero a Magnus así, como Magnus, aunque esté relatando algo de Alec, eso no significa que él recuerde. Si se fijan cuando es su POV o él está "hablando" sí piensa de Magnus como Él.

* * *

Magnus había estado ansioso por llegar a la noche. Quería ver a Alexander, hablar con él, lo extrañaba más ahora que habían compartido tiempo juntos de verdad, ahora que había una posibilidad real de repetirlo día tras día.

Había hablado con Camille para poder bajar, al menos durante el día, a partir de ese sábado.

Había sido extraño, estar rodeado de mortales, sin que supieran qué y quién era él, volver a la vida humana después de dos milenios. Todo había cambiado tanto. Y lo único que él quería era correr a la dirección de Alexander, tocar a su puerta y abrazarse a él, o gritar bajo su balcón para hablar con él, esta vez de un modo diferente...

Pero no era así como funcionaba su historia. A veces no basta con desear. Aunque, irónicamente, todo había empezado así: con un deseo.

Después de instalarse y asegurarse que el empleo que necesitaba estaba -demasiada fortuna a su favor- disponible para empezar el lunes, había vuelto a su lugar en las noches.

Había visto desde lo alto a su mortal dormido. Escuchado y sentido su latido, más de un latido en realidad, y su felicidad. No había resistido acariciar su mejilla y despertarlo.

Y Alexander había despertado más feliz, si eso era posible, al darse cuenta que en lo alto ya estaba la Luna. Se puso de pie, casi de un salto, sonriendo: -Hola. Fui con Tessa y te tengo una noticia.

Sus manos se removían nerviosas cerca de su vientre. Magnus miraba enternecido, y enamorado, aquel comportamiento. -¿Buenas noticias?

-¡Sí! -Alec parecía un niño emocionado, con una mano se apoyó en el barandal y con la otra acunó su vientre, acariciando con su pulgar-. Hoy me hizo un ultrasonido, pude ver...y escuchar. Escucharlos.

Dejo que el plural llenara el silencio de la noche, que el rumor de su voz llegara hasta Él.

Magnus tardó sólo un par de segundos en notarlo. -¿Los? ¿Escucharlos...como dos?

Él no era vidente, no era ese su don, pero... ¿cómo no había visto más que a uno de sus hijos?

-¡Sí! Yo también me sorprendí, tú me habías descrito a un bebé, nuestro hijo, hijo varón, ¿cierto?

-¿Son niños? -pregunto Magnus sorprendido.

Alec rió, con ternura, queriendo tenerlo ahí, acariciar su mano con la suya, llevarla hasta su vientre y sentir ambos a sus hijos. -Yo pregunté lo mismo -confesó un poco apenado-. Pero todavía no podemos saberlo. Si fueran niñas, o una de ellas, tú... ¿tendrías problema con eso?

-¡Claro que no, Alexander! El género de ellos no me importa en absoluto, los amo desde ya, desde el momento en que supe que estabas embarazado, ya los quiero...a los tres.

La sonrisa de Alec era cegadora. Hablaron sobre nombres, Magnus insistió en el que ya había dicho, "Creo que podría funcionar en ambos casos...si no ya veremos".

Magnus se prometió investigar sobre un embarazo doble, sus consecuencias, si había habido antecedentes, ¿serían ambos semidioses?, ¿por qué él sólo lograba ver a uno de ellos?, pero de momento no compartiría nada de eso con Alexander.

* * *

Magnus usó parte se su domingo, en la mañana, para eso. No estaba seguro de recurrir a Camille, ella era más antigua, tal vez sabría, pero...no confiaba del todo en ella.

Tal vez Cat...

Pero era difícil, ahora que sus noches con Alexander eran más preciadas. Afortunadamente al día siguiente ya lo tendría cerca durante el día.

* * *

El lunes Alec se sentía nervioso, tanto que Esperanza insistió en que no fuera a clases, pero él se negó.

-No me siento mal, sólo es... No sé cómo explicarlo. Nunca me había pasado. Me imagino que así podría sentirse alguien antes de dar a luz, o de su boda. Tengo miedo, pero en un buen sentido, estoy como nervioso...emocionado. No sé.

-Tal vez es todavía la emoción por la noticia.

-Tal vez.

Al llegar a la universidad, se enteraron que había un nuevo profesor. Antes de empezar las clases, habría una junta para presentarlo a todos y que lo apoyaran si hiciera falta.

Alec, y el resto de los profesores, tenían la mirada puesta en la puerta de la sala de juntas cuando el director entró, "Él es Magnus Bane, nuevo integrante de nuestra institución", se hizo a un lado y él apareció.

Alec podía sentir una agitación en su vientre y en su corazón. Sus ojos no podían apartarse de aquel desconocido que también lo miraba fijamente, y esos ojos...



CONTINUARÁ...

eso ojos qué, Lu? por qué siempre haces lo mismo?! 😂 ya veo sus comentarios

Creo que tengo algo con Magnus de maestro, ya van ¿4? Mi inmortalidad por ti, Papi y el profesor, el primer relato de Celos, y ahora aquí! 🙈

Hijo de la luna (Malec Mpreg)Where stories live. Discover now