126. Error

3K 466 59
                                    

Para cuando Esperanza llegó, con grandes ojeras y ojos irritados, Magnus ya estaba preparando un desayuno para Alec y el primer biberón de Rafa. Ambos seguían dormidos, Magnus ya había ido a revisar.

Había sonreído como tonto al ver a Alec, con su enorme vientre, acostado de lado, uno de sus brazos haciendo de almohada para él mismo y con la otra mano dejaba suaves caricias adormiladas en el bebé a su lado. Se veían tan tiernos, de sólo imaginar cuando Max y Elara nacieran, Magnus sintió su cara doler por la enorme sonrisa que se extendió un poco más.

En un primer momento había creído que cuidar al nefilim sería como una obligación, como ser la Luna, pero el pequeñito no llevaba ahí ni un día y ya había robado sus corazones.

Cuando la puerta se abrió y vio a una  Esperanza rota, destrozada, entrar, recordó las palabras de Catarina cuando le habló de su necesidad de más noches en la Tierra.

Ella había negado cuando le explicó que quería hablar con Raziel o Camille. "Ella no va a ayudarte. Yo sé de un modo, pero no creo que quieras hacerlo. Es casi tan malo como lo que te hicieron a ti, aunque a menor escala".

"Cómo" -él iba a considerar cualquier opción para estar con Alec, sus hijos, y Rafa.

"Alguien puede ocupar tu lugar algunas noches, cubrirte, un alma pura que abandone su cuerpo durante sólo algunas horas".

-¿Estás bien? -la voz de Esperanza sonaba rasposa y rota.

Magnus se acercó a ella vacilante, olvidando de momento sus ideas. -¿Yo? ¿Estás bien tú?

Se detuvo frente a ella, notó su ceño fruncirse, una pálida mano temblorosa se acercó a su rostro. -Tus ojos.

Magnus no entendió en un primer momento, lo creyó algún delirio por el dolor y la falta de sueño. Después maldijo internamente.

No traía los lentes de contacto.



CONTINUARÁ...

Hijo de la luna (Malec Mpreg)Where stories live. Discover now