96. Sincero

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Magnus vio salir a Alec al balcón. Sintió al instante la fuerza y la presencia de sus hijos, unas ganas enormes de bajar, de estar ahí frente a Alec, de confesarle todo, que él era Magnus, que era el Magnus al que se entregó hace milenios, que prometieron amarse y pertenecerse siempre. Quiso abrazarlo, acariciar su vientre, besarlo, quedarse a su lado en cada momento de su embarazo. Ver juntos como sus hijos crecían, amarse como no tuvieron oportunidad de hacerlo la primera vez.

¿Por qué volvían a separarlos ahora?

Mientras la mirada de Alec, aquella de oro y plata, subía hasta él, y mientras con caricias de Luna acariciaba su vientre y sentía el latido y el movimiento de sus hijos, se dio cuenta que tenía que buscar a ese ángel.

-Alexander -el sólo susurro de su nombre hizo a Alec mirarlo con más intensidad y sonreír.

* * *

Seguía amando a su Luna, deseando una vida juntos, disfrutar de su familia los dos. Eso no había cambiado, pero el maestro había logrado colarse en su vida también... Era justo confesarlo.

¿Podía mantenerlos a ambos siendo honesto?

-Hola -a pesar de todas sus confusiones y dudas, su sola presencia, su luz, las caricias extrañas que le daba, su voz arrastrada por ese viento helado y nocturno, era suficiente para hacerlo sonreír, para darle paz. Para recordarle su razón en este mundo.

-¿Cómo han estado mis bebés?

Y la forma en que sentía su corazón derretirse con cada palabra de él, era demasiado intensa.

-Bien, siguen creciendo, y moviéndose. Esperamos el momento de tenerte con nosotros de nuevo.

-También yo, Alexander. Aunque recuerda que siempre estoy con ustedes.

-Lo sé. Sólo...queremos tenerte siempre, con nosotros. Quiero poder tomar tu mano, que sientas cuando Elara y Max se mueven, quiero verte sonreír. Yo sólo...quiero una vida normal.

Tan normal como podría ser estando yo embarazado. Tan normal como los momentos que comparto con...

El sólo pensamiento lo asustó.

Magnus. Quería vivir con su Luna lo que la vida le ofrecía con Magnus.

-¿Estás bien?

-S-sí. Esto me recuerda. Quiero hablarte de algo, de alguien. Aunque me gustaría más hacerlo cuando te tenga frente a mí, en Luna llena, ya sólo faltan unos días.

-¿Puedes adelantarme algo?

Alec suspiró antes de decirlo. Podía perderlos a ambos, pero quería hacerlo. Ser sincero con los dos, con las dos personas que habían logrado colarse dentro de su corazón. -Hay alguien a quien me gustaría hablarle de esto.



CONTINUARÁ...

Hijo de la luna (Malec Mpreg)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें