<•> Capítulo cuarenta y uno <•>

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Capítulo dedicado a:

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La luz de la lámpara me daba la vista completa de su rostro, rojo e impresionado, como aquella vez que nos interrumpió su prima.

—¿En seri-

—Sí...

Respondí, haciendo un puchero y tocando sus marcados abdominales. Él sólo llevó su mano a mi cabeza y la acarició, mientras se mordía el labio.

Decidido, bajé su boxer por completo. Claro que ahora, me tocaba a mí suspirar. Estaba semierecto y ya era bastante grande, comencé a arrepentirme, y por muy exagerado que fuera... Pensé que no me cabría en la boca.

—¿Vas a cambiar de opinión? —preguntó, aún acariciando mi cabello mojado.

No. Definitivamente no.

Entonces, aunque me estuviera muriendo de los nervios, comencé con el deber de complacer a MI Daddy lo mejor posible.

Enrollé su miembro entre mis dedos y pude sentir, a través del guante, lo caliente que estaba. Inicié mi tarea de subir y bajar mi mano con tediosa lentitud, apreciando cómo poco a poco, se endurecía. Luego, con paciencia y con la lerdura a mi lado, abrí la boca y encargándome de que mi lengua quedara muy mojada, la pasé por todo su glande.

—Ah... —jadeó, mientras sus piernas se colocaban en una mejor posición-.—Mierda...

—¿Le gu-gusta? —me incorporé, para así besarlo en el cuello y luego en su clavícula.

—E-estoy perdiendo la c-cabeza con sólo esa lamida, precioso.

Me jaló del cabello y me besó de manera desesperada y profunda, lo suficiente, cómo para dejarme con el pulso cardiaco a mil.

Volví a mi labor de masturbarlo, y ahora sí estaba completamente erecto. Ahí, pensando en lo que no debía, me pregunté cómo fue capaz su esposa de dejar atrás semejante pene. Era grande, grueso y unas provinentes venas se marcaban a su alrededor. Era bastante capaz, de dejar a cualquiera con dolor punzante en la espalda después de cada sesión de sexo por muy suave que fuese.

Lamía su glande, mientras subía y bajaba mi mano. Sentí cómo su líquido preseminal empezaba a instalarse en mi paladar conforme a mis movimientos. Así pues, tomé una mejor posición y torturándolo de cierta forma, pasé mi lengua desde la base de miembro hasta arriba y así, engullirlo de una buena vez.

Perfecta ImperFecciÓnWhere stories live. Discover now