<•> Capítulo setenta y ocho <•>

11.5K 910 558
                                    


°

°

¡Hola, hola, corazones de melón!😙❤
Volví a la vida, camaradas mías.

Espero que se encuentren demasiado bien. ¿Qué tal hoy, cómo están? ¿Comieron mucha ensaladita para conejitos? ¿O muchas carnitas altas en grasa? Yo la última, claro.😂

Un saludito especial a patientiam_operatur que me hizo este bellísimo dibujo de nuestro pasIVO. Lo amé, lo amé, lo amé, lo amé. Muchas, muchas gracias, cariño.😢❤😍

Además, quiero agradecerles muchísimo los mensajitos de amor que me han dejado, todo el apoyo inmesototototote

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Además, quiero agradecerles muchísimo los mensajitos de amor que me han dejado, todo el apoyo inmesototototote. Créanme, que me hacen la persona más feliz del mundo.💕🌟

Un abrazo enooorme como el paquete de Derek.😂 ¡Los amo con todo mi corazón!💕❤😍😄

° 

°

[Ivo]

Los postes de luz, y los locales a unas cuantas horas de cerrar; me daban la vista clara de la palidez de mi jefe.
Su manera de suspirar y de cerrar los ojos con obstinación, me hacían darme cuenta de quién era.

Odiaba que lo molestara.
Odiaba que siempre arruinara la satisfacción que ambos sentíamos al estar solos al fin, que siempre llamara a perturbarlo, a reclamarle algo de lo cual él no tuvo culpa.

Comencé a sentirme incómodo.

Era la primera vez que detestaba tanto a una mujer que ni siquiera conocía.

—¿Y qué demonios te importa si soy feliz o no? —respondió él, bastante enojado—. Nuestro matrimonio se fue a la mierda, ¿qué no lo comprendes?

«Matrimonio».

Cómo me disgustaba esa palabra.

Ella debería sentirse la mujer más afortunada del mundo por haber logrado casarse con un tipo cómo él.

Apenas podía escuchar un poco su voz. Tediosa y chillona, cabe aclarar.

—¿Por qué no simplemente vienes, firmas el maldito divorcio y te vas al infierno, querida?

En este punto, Derek se vio obligado a bajar la voz para no molestar a las demás personas quienes caminaban cerca de nosotros.

—¿Llamas porque viste la campaña, no es así? ¿O es que no te queda claro que existe en mi vida alguien mejor que tú?

«¿El bicho raro ese?», logré escuchar.

Bicho raro y todo lo que quisiera. Pero yo nunca dejaría a Derek por alguien más. Él se merecería toda la felicidad del mundo.
Y yo estaba dispuesto a dársela.

Perfecta ImperFecciÓnWhere stories live. Discover now