<•> Capítulo cincuenta y cuatro <•>

13.3K 1.3K 435
                                    



 
°

°
¡Hola, hermosuras!😚❤

¿Cómo han estado?
Espero que muuuy bien. Y sino, ¡sonríe! 🤗😁 Además, saben que aquí, tienen una amiga, porque ustedes son los míos. Los únicos.😢❤

Sé que me volví a atrasar un poquito, pero como que al internet le gusta joderme.🙂😒
Espero que les haya gustado el maratón, porque se repetirá para las épocas navideñas.🎄🎀❤

Quiero que sepan que siempre leo sus lindos comentarios y me hacen muy, pero muy feliz.😢😚

Si estos dos capítulos llevan algún dedazo, díganme, plis, que esos detalles me hacen querer mejorar cada día.😊💕

Si me falta alguna dedicatoria, háganmelo saber, plis. A veces son tantas que se olvida una que otra, sorry.🙈 Y si quieres una, pero te da penita (sé que muchos no lo piden por eso), no importa, sólo dimelo.😚🤗

¡Gracias por el apoyo y disfruten la lectura!❤💕

Capítulo dedicado a:

💕 Fujoshi_Yaoi_Lover

💕 __jjxng__

💕 melmalopi

💕 SrtKimBlood

💕 daniceh

💕 SandradelaCerda

💕 GissellBritoPimentel

💕 bihamdrp

💕 Shadai_Mizu

°

°

Si antes tenía miedo de que esa mujer apareciera, ahora, estaba aterrado. Inevitablemente mis manos comenzaron a temblar, al igual que mi mandíbula.

—¿Qu-Qué quieres?

Pregunté tratando de que mi voz no se quebrantara en ese instante. Quizás quería que se diera que no me afectaba en lo absoluto tener que volver a escuchar su voz. Pero no podía negarlo. Me afectaba tanto que ahora sentía unas ganas de vomitar terribles. Y con respecto a mi psicología y como siempre era exagerado; pensé en lo peor.

Involuntariamente empujé a Ivo para que se sentara y me puse de pie. Me dirigí hasta la ventana y puse mi mano ahí para estabilizar mi cuerpo, pues incluso sentía como las piernas me temblaban hasta queriéndome dejarme caer.

Era demasido pronto para que todo se volviera a ver arruinado por la mujer que alguna vez —y por error—, llegué a querer aunque fuera un poco.

—Saludar un poco, por supuesto —tuvo el descaro de carcajearse con ganas—. Además, quiero saber cómo están los niños.

Era evidente que la calma, era lo último que podía mantener en ese momento al escuchar las palabras tan sarcásticas e ignorantes que escupía.

—¡¿Ambos?! ¡¿Me estás jodiendo, Frieda?!

—Oye, cálmate —pidió—. ¿De qué rayos estás hablando, cariño?

Perfecta ImperFecciÓnWhere stories live. Discover now