Hurs Waldorf, la bestia, como muchos lo llaman no es mas que un peleador salvaje y regenteador de un casino para el que no hay más futuro que envejecer haciendo lo que sabe y dejar atrás aquello por lo que fue desterrado; sin embargo, los pecados de...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—¿Hay alguna posibilidad de que sea hijo de mi hermano? —preguntó sin mirarla—. No quiero excusas ni explicaciones, solo quiero la verdad. Tampoco quiero hacer pasar a ese niño por ningún trauma o sufrimiento, prefiero que le mientas y le digas que no tuve ganas de verle a que lo hagamos pasar por todo esto, incluso preferiría que le digas que el malo soy yo, pero a mí, a mí no te atrevas a mentirme más. Quiero saber si ese niño puede ser mi sobrino.
Polette lo observó antes de soltarse a llorar y darle una respuesta silenciosa que terminó de romper el corazón de Hurs.
—Había creído que no —dijo ella—. Estaba segura de que era tuyo.
—Te acostaste con él mientras estábamos juntos —dijo más como afirmación que como pregunta mientras ella guardaba silencio—. Fueron capaces de engañarme así.
—Yo… —dijo ella sin saber qué más agregar—. Lo lamento tanto, me arrepiento tanto de haberlo hecho. Fui una estúpida.
—¿Cuánto tiempo? —dijo sin mirarla—. ¿Desde cuándo se burlaron de mí?
Hubo un silencio de nuevo antes de que Hurs explotará.
—¡Cuánto! —gritó completamente furioso y estremeciendo a Polette.
—Unos meses, ocho o nueve meses antes de que falleciera —dijo mientras él cerraba los ojos—. Geoffrey era diferente a como tú piensas, no era el chico tan bueno que imaginas.
—No me interesa saber nada de eso —dijo a punto de echarse a llorar como el chiquillo de antes—. No quiero verte mas en mi vida. Eres la persona más asquerosa que existe.
—No voy a permitir que sigas idolatrando a un hermano que te aborrecía —dijo mientras Hurs la veía—. Geoffrey te envidiaba tanto que hizo todo por meterse conmigo para sentir que te había quitado algo.
—¿Qué podría envidiar él de un hermano que era un fracasado? —preguntó sin poder creer lo que escuchaba—. Te resulta fácil echarle la culpa solo a él. Fue tan hijo de perra como tú. No quieras lavar tus culpas.
—No pretendo lavar nada —dijo envarándose—. Soy tan culpable como él, incluso tal vez más por haber sido tan estúpida y dejarme embaucar pero eso no cambia que tu hermano siempre tuvo envidia de tu independencia y tu coraje para ser libre. ¿De verdad crees que Geoffrey era el buen estudiante y dedicado a las finanzas? Pagaba por los trabajos y exámenes, no tenía idea de nada y aborrecía estudiar eso, quería ser músico, pero no se atrevía a contradecir a tus padres.
Hurs escuchó a Polette decir todo eso de su hermano sin poder creerlo.
—Estás mintiendo —dijo como única respuesta.
—No, no lo hago —dijo con una sonrisa amarga—. Geoffrey te odiaba y envidiaba a partes iguales. Odiaba que te atrevieras a ir en contra de tus padres, odiaba que fueras más valiente que él, aborrecía que fueras feliz con pequeñas cosas. Aborrecía que fueras el menor y no el mayor al que exigían más. Tu hermano envidiaba aquello que tú tenías, el siempre se vio rodeado de mujeres interesadas que buscaban obtener algo de él, nunca una chica honesta que lo quisiera de verdad.
