Capítulo 45

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—En fin dejemos de hablar de penes y hablemos de vaginas —dijo Max

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—En fin dejemos de hablar de penes y hablemos de vaginas —dijo Max.

—El experto —dijo Maddox—. Ilústranos.

—Quiero saber por qué Hurs no se busca otra chica.

—Porque la quiero —dijo mirándolo como si fuera idiota—. Ojalá Dios te llame pronto a su presencia.

—Amén —dijo Parker.

—Amen dos —secundó Maddox.

   Un bufido salió de la boca de Max para mostrar su desagrado.

—Pero ahora está enojada contigo por algo que no debería —agregó.

——En realidad es su mamá —dijo apenas audible—. Scarlett está bien, es solo que su madre no deja de verme feo, no importa cuánto me esfuerce por agradar, solo no me ve con buenos ojos.

—Yo te habría lanzado agua caliente si te acercaras a una hija mía —dijo Parker.

—Lo que dijo la rubia por dos —dijo Maddox.

—Yo no pienso tener crías —dijo Max—. Así que puedes ir tras las hijas de esos.

  Hurs dió un suspiro pero no dijo nada.

—No le quedará de otra —dijo Parker—. Por favor señores si van a buscar novia, tomen una que sea huérfana. Se evitarán muchos problemas.

—Ojalá te toque una suegra de lo peor —dijo Maddox—. O un suegro.

—El ruso —dijo Hurs—. Me imagino a Parker en un rincón bajo la mirada silenciosa pero letal de su suegro.

   Parker hizo un gesto de desagrado.

—No sé qué sería peor, si la suegra, el suegro o la novia —dijo con repulsión—. La suegra es bastante ruidosa, el padre es como un león y la Lydia la combinación de ambos. Gracias pero no, soltero estoy bien.

—Aun así, la chica te gustaba —dijo Max.

—Me gusta —corrigió—, pero le gusta controlarme y a mí me gusta controlar así que lo dejamos por la paz o vamos a matarnos un día.

—La dulce Lydia no puede ser tan mala —dijo Maddox.

—La dulce Lydia te arrancaría las pelotas sin remordimientos y su padre le haría un monumento —dijo risueño—. Además justo ahora sale con alguien.

—¿Cómo lo sabes? —inquirió Hurs.

—Lo sé todo —dijo divertido—, aunque creo que por primera vez su padre es ajeno a eso.

—¿Y vas a ir de vecina chismosa? —inquirió Hurs.

—Sí, en cuanto pueda.   

—Deja de espantarle novios —dijo Max.

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt