Hurs Waldorf, la bestia, como muchos lo llaman no es mas que un peleador salvaje y regenteador de un casino para el que no hay más futuro que envejecer haciendo lo que sabe y dejar atrás aquello por lo que fue desterrado; sin embargo, los pecados de...
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Los siguientes días los cuatro hombres se dedicaron a perseguir a Megan de un lado a otro sin poder encontrar nada, e incluso habían revisado las oficinas la noche siguiente en la que habían encontrado a Megan; lo hicieron en busca de algo pero no habían encontrado nada anormal y por ende no habían podido hacer más que seguirla y vigilarla.
Hurs temía por Parker que era quien más arriesgaba y desconocía si esa mujer lo había reconocido, aunque lo dudaba pero estaba seguro de que algo andaba mal y no podían bajar la guardia.
—¿En qué piensas? —Escuchó la voz de su novia—. No has dicho una sola palabra en varios minutos.
—Lo siento, amor —dijo saliendo de sus pensamientos—. Solo pensaba en que hoy vamos a hacer sufrir a Maddox.
La vio sonreír al escucharlo.
—Espero que se porten bien —dijo y él asintió como si ella pudiera verlo—. No quiero que haya mujeres en el lugar.
—No las habrá, bueno, solo Melina —dijo y ella torció el gesto—. Es amiga de todas.
—Sí, entiendo —dijo sin más—. También está invitada a la de Brooke, aunque no me gusta.
—Es buena chica —dijo dejando un beso en su cuello—. En fin, no digo más o vamos a terminar en una discusión y Dios sabe que soy un hombre de paz.
Ella comenzó a reír y se recostó sobre él.
—Un hombre de paz que noqueó a Joshua —dijo y aunque no lo veía sabía que hizo el gesto de desagrado.
—Así que la sanguijuela esa se llama se llama Joshua —dijo más como rectificación que como pregunta—. Tiene nombre de estúpido.
—Es un nombre lindo —dijo y lo escuchó bufar.
—No sé en qué demonios pensabas para ser novia de esa cosa horrible —dijo con un resoplido—. Es desabrido, pálido y tan transparente de piel que pueden verse sus órganos si se desnuda y seguro tiene el pene pequeño.
—Eso no puedo decirlo —dijo divertida—. Deja de ser tan grosero con él. Yo podría decir lo mismo de Melina o de tu otra ex.
—Melina está bien de todos lados —declaró y comenzó a reír al verla apartarse enojada.
Scarlett se ofendió de verdad al escucharlo.
—Joshua era muy guapo —dijo y él rió más fuerte—. No te sientas especial.
—Tal vez pero el único que te conoce por completo soy yo —dijo escondiendo el rostro en su cuello—. No importa cuántos hijos de vecino estuvieron antes, ahora eres mía y así se va a quedar siempre.
—Entonces yo debo aguantar a Melina y las otras lagartonas —dijo enojada.
—No —respondió—. Melina tiene una pareja y no me mira más que como un amigo y las demás mujeres no son competencia simplemente porque cuando te veo ya no existe nadie más.
