Capítulo 42

64.6K 6.3K 1.8K
                                    

—Mis amigos ya se van, amor —dijo mirando a sus amigos que enarcaron una ceja al escuchar el apelativo—

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Mis amigos ya se van, amor —dijo mirando a sus amigos que enarcaron una ceja al escuchar el apelativo—. Estoy segura que tienen mucho que hacer.

—De hecho no —dijo Parker—. No me molestaría invitar la cena solo por ver la armonía que habrá entre mis amigos en una cena amistosa.

   Se paseó cual rey y se sentó en el sofá con desparpajo mirando a Hurs que se pasaba la mano por la cara.

—A mí me encantaría cenar con tan buena compañía —dijo Max acercándose a Scarlett que sonrió al sentirlo cerca.

   Parker estaba a punto de ahogarse conteniendo la risa y más cuando la mano de Max se paseó distraídamente por la cintura de Scarlett que aunque no dejó de reír se removió incómoda y se alejó un poco.

   Hurs la alejó de él y lo miró haciéndole señas para que se calmara. Sin embargo, Max tomó de la mano de Scarlett el teléfono y ante la vista de Hurs anotó su número y se llamó a sí mismo para tener su número.

    Parker reía desde su lugar.

—¡Ya deja tus estupideces Max! —dijo enojado—. No va a gustarte que coquetee con tu mujer.

—No tengo una mujer —respondió el aludido—. Y si la tuviera y coquetearas te mandaría al diablo simplemente porque soy más guapo.

  Scarlett lanzó un jadeo ante lo que escuchaba.

—No creas que es como te dice —dijo Max dirigiéndose a ella—. Si algún día ves su rostro vas a salir corriendo del susto.

   Scarlett comenzó a reír mientras Parker la observaba con detenimiento.

—Tus amigos son divertidos —dijo y Hurs guardó silencio.

—A veces —dijo después de un rato—. La mayoría de las veces son unos incordios. Ahora ya larguense.

—Yo vine a cenar —dijo Parker sin quitar la vista de Scarlett y que conste que yo estoy en son de paz. De hecho traigo chocolates en el bolsillo para calmarlos.

—Tengo una conocida que hace chocolates —dijo Scarlett—. Tal vez un día pueda darte su contacto y puedas comprarle a ella.

—Sería interesante —dijo riendo ante su inocencia al pensar que necesitaba un proveedor.

—Se llama Perséfone —dijo atrayendo la mirada de Parker y su interés—. Mi hermana y yo la conocimos y hace dulces muy ricos.

   Mintió cuando no había probado en absoluto su trabajo pero quería ayudarla.

—¿Podrías darme el número? —dijo Parker sabiendo que no muchas personas tenían ese nombre.

—¿No es la chica de tu pulsera? —inquirió Max—. ¡Por todos los santos, carne fresca!

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Where stories live. Discover now