Capítulo 16

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—Exacto —dijo Max—

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—Exacto —dijo Max—. Yo también quiero saber por qué no lo hiciste. Seguro estuviste con la rubia de la otra vez.  

   Scarlett siguió la voz de Max pero no dijo nada, solo apretó la mandíbula.

—Todos queremos saberlo —dijo Parker—. Estoy ansioso por saber con quién estuviste todos estos días.

—Mi momento ha llegado —susurró Maddox a los dos.

   Sus amigos sonrieron al escucharlo.

—No me gusta intrigar pero a este muchachito hay que sujetarlo fuerte de la cola —dijo Maddox—. Siempre anda de boxer fácil con todo lo que lleve faldas y metido en líos entre damas.

—Doy fe de ello —continuó Max—. Siempre ha sido el chico problema, no importa cuánto nos esforcemos por llevarlo al camino del bien.

   Hurs hizo una seña de advertencia a Parker que guardaba silencio pero sonreía de forma siniestra.

—Eso es cierto —dijo e hizo una pausa—. Lo he tenido que sacar de sus problemas con alguna jovencita. Es un incordio. No nos gustan los chicos malos así que hemos tratado de conducirlo por el camino que Dios manda pero parece inútil. es un… mujeriego incorregible.

   Maddox contenía la risa al ver a Scarlett apretar los labios.

—¿Serían tan amables de darme unos minutos a solas con él? —preguntó con los dientes apretados—. Hurs y yo tenemos que platicar.

—Faltaba más —dijo Maddox.

—Nosotros siempre respetamos la privacidad —añadió Parker.

—Es uno de nuestros valores más arraigados —anunció Max.

—¡Ya lárguense! —gritó Hurs sabiendo que sus amigos estaban fastidiando solamente.

   Los tres estallaron en carcajadas antes de abandonar la habitación.

—¡Si necesitas ayuda solo grita! —Escuchó que Max decía a lo lejos.

   Unos segundos después escuchó la puerta de la calle cerrarse mientras maldecía y juraba que los mataría apenas pudiera salir del aprieto.

  Pensó en que los muy malditos habían ido por Scarlett sabiendo que no le quedaría de otra más que hablar con ella.

   La miró con los brazos cruzados en mitad de la habitación y no le quedó más que dar un suspiro y ponerse de pie para acercarse a ella.

  Intentó tomarla de las manos pero ella se soltó de inmediato.

—Hice una pregunta —dijo enfadada—. Estoy esperando una respuesta.

—Estuve ocupado —respondió con fastidio.

—¿En qué?

—Asuntos.

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Where stories live. Discover now