Capítulo 41

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Scarlett no comprendía qué pasaba exactamente pero después de haber hablado con su hermana sobre el asunto de Maddox y ella y confesar que Hurs lo sabía, ella comprensiva como era le había dicho que su relación con él era ajena y que de cierta man...

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Scarlett no comprendía qué pasaba exactamente pero después de haber hablado con su hermana sobre el asunto de Maddox y ella y confesar que Hurs lo sabía, ella comprensiva como era le había dicho que su relación con él era ajena y que de cierta manera entendía a Hurs, después de todo Maddox era su amigo y no podía pensar en nada más que en protegerlo.

   En palabras de su hermana, esos cuatro se volvían uno solo cuando se trataba de cuidarse unos a otros, aunque no conocía al último de sus amigos ella decía que Maddox lo consideraba un hermano más.

    Le había dicho que no discutiera con Hurs por eso, ellas se habrían protegido igual y en eso tenía razón, Scarlett estaba segura de que habría hecho cualquier cosa por proteger a su hermana.

   Después de aquello aún cuando su madre no estaba del todo convencida decidió que iría a buscarlo y aclarar las cosas con él.

    Y ahí estaba parada sin entender nada de lo que pasaba, solo segura de que Hurs no estaba bien desde el momento en que la sostenía con tanta fuerza.

—¿Qué sucede? —Se vio preguntando—. No entiendo.

   Los padres de Hurs miraron a la chica acariciando a su hijo sin entender quién era pero estaba claro que se preocupaba por él desde que lo abrazaba sin soltarlo.

   Polette por el contrario la miró con detenimiento y entonces la recordó. Era la misma chica de la farmacia.

   El día que pasó a la farmacia por los medicamentos por la voz de su hijo vio. Hurs susurrarle y dejar en su mano algo que desde su posición no pudo ver. Después él se había ido y ella de forma interesada se acercó a ella y la mujer que le acompañaba.

   Se dio cuenta de que era ciega y que no conocía a Hurs de ningún lugar pero al menos con un poco de encanto hizo que la que suponía era la madre de la chica dijera que era amigo de otro hombre al que debían dinero.

   Mencionó el nombre del casino y no supo más porque la ciega la había callado pero fue suficiente para que ella fuera al lugar y esperara.

   Fue cada día hasta que le vio ahí de noche saliendo y lo siguió hasta su departamento. Sonrió porque sin querer su propia novia la había llevado hasta él.

—Quiero que se vayan ahora mismo —dijo Hurs girándose de nuevo y tomando la mano de Scarlett.

   Está aspiraba tratando de identificar a la personas pero no lo lograba. Al menos solo no a los otros, ni con el olor ni con la voz, solo a ella, estaba segura que era ella con su olor.

—¿Qué haces aquí? —dijo corroborando que se trataba sin duda de la ex de Hurs.

—Creo que ya sabes que hago aquí —dijo con altanería—. Más bien yo debería preguntar qué hace aquí una oportunista y de ligeros cascos en el departamento de mi novio. Está claro que no te queda ni la dignidad pero estoy dispuesta a darte la oportunidad de recuperarla mientras te largas a tu casa y reflexionas.

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora