Hurs Waldorf, la bestia, como muchos lo llaman no es mas que un peleador salvaje y regenteador de un casino para el que no hay más futuro que envejecer haciendo lo que sabe y dejar atrás aquello por lo que fue desterrado; sin embargo, los pecados de...
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El tiempo se fue tan rápido y tan fácil que por un momento Hurs olvidó lo que había hecho, Scarlett lo hacía feliz y él trataba de hacerla feliz a ella.
Poco a poco todo se fue haciendo normal, como si se hubieran conocido de forma normal, como si nada malo hubiera pasado, como si él no le hubiera hecho daño.
Los días a su lado se iban rápido, él estaba contento con ella y aunque tenía que soportar a sus encajosos amigos y sus constantes molestias, lo cierto era que extrañaba cuando no estaban con él.
Tal vez, pensó, era que la vida le estaba dando una oportunidad nueva a todos y que de ellos dependía si la tomaban o no.
Maddox parecía feliz a lado de Brooke aunque tratara de disimularlo, estaba claro que se había enamorado pero lo negaría hasta que no pudiera ocultarlo más, pero a ojos de todos era obvio. Él pasaba los días añorando a su novia.
Max por su parte estaba más irritable que nadie, tal vez fuera que la estaba buscando y que quería desquitarse de su ex.
No importaba cuán mal estuviera haciendo, él lo sabía. Era consciente de que si le hacía daño se lo haría a sí mismo pero estaba decidido a ir hacia la autodestrucción aunque según Parker confiaba en que su cerebro por fin floreciera.
Él estaba convencido de que Max sufriría mucho si la encontraba y más aún sufriría si esa misma mujer sufría.
La seguía queriendo y tal vez Maximilian era el hombre que amaría toda su vida a la misma mujer y esa era su penitencia.
Parker seguía siendo Parker, el indolente, el que parecía no sentir en absoluto pero ellos sabían que sentía más de lo que demostraba.
Evidentemente mantenía una relación formal con Melina o al menos pensó Hurs todo lo formal que se podía.
Él los observó en varias ocasiones, Parker solía sonreír con ella y ella con él, era como si se comprendieran totalmente, pero jamás los había visto darse un beso o abrazarse como novios. Quizás un beso corto pero no un beso duradero, no uno donde hubiera amor.
Empezó a creer que lo que había entre ellos no era amor, sino devoción y lealtad absoluta.
Parker no buscaba una relación, siempre había sido claro en qué no quería una mujer y en su vida. Melina parecía una compañera de soledad más que una pareja para él.
Esperaba que sus amigos fueran felices, todo lo felices que se pudiera ser pero al menos de Parker no sabía si era infeliz o feliz. Era parco y no dejaba a la vista sus sentimientos e incluso no podía asegurar que estuviera interesado en Melina realmente.
Se detuvo en el estacionamiento del Hellville como cada tarde antes de que la noche llegará y empezara a trabajar. Miró el auto de sus amigos y supuso que estarían en la oficina de Maddox destruyendo sus cosas.
