Capítulo 50

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Scarlett gritó y lanzó todo a su paso en medio de la habitación, como si con eso pudiera sacar toda la rabia que le consumía

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Scarlett gritó y lanzó todo a su paso en medio de la habitación, como si con eso pudiera sacar toda la rabia que le consumía.

  Destrozó su habitación sin escuchar a su madre y a su hermana que la miraban completamente consternadas.

  Perséfone entró sin poder comprender en su totalidad lo que pasaba pero le daba pena ver todo a su alrededor.

—Por favor cálmate —dijo su madre sosteniendo a su hija por el brazo pero esta se soltó con un grito y tiró todo a su alrededor.

  Brooke intentó hacer lo mismo; sin embargo, fue recibida con un empujón mientras Scarlett gritaba furiosa y lanzaba seguía destrozando.

  Perséfone dio un suspiro cansado antes de acercarse, tomar del brazo a Scarlett girarse y tratar de hacerla entender.

—¡Déjame! —gritó furiosa—. !No quiero que me toquen!

  Comenzó a revolverse en el agarre de su amiga hasta que en un arrebato Perséfone puso el orden.

—¡Ya basta! —gritó al mismo tiempo que soltaba una bofetada silenciando a Scarlett—. ¡Cálmate!

   Respiró agitada antes de llevarla a la cama donde su madre acomodó a medias.

   Scarlett estaba callada mirando a la nada y completamente furiosa conteniendo la ira.

—No ganas nada poniéndote como histérica —dijo Perséfone—. ¿No te das cuenta de cómo está tu madre de verte así?

   Scarlett miró a la mencionada, tenía los ojos llorosos y respiraba agitada tocándose el pecho.

—Atiende a tu madre —dijo a Brooke—. Yo estaré con ella.

   Brooke miraba de una a otra sin saber cuál la necesitaba más; sin embargo, tomó a su madre y la llevó a su habitación pasando por la sala de nuevo donde miró a Maddox y le lanzó una mirada envenenada.

   Él sabía que le esperaba una dura batalla con su esposa pero también que ella debía entender que Hurs era su hermano y que nunca lo abandonaría.

   Se quedó esperando a que ella saliera para hablar.

  En la habitación Perséfone acariciaba el cabello de Scarlett que seguía en silencio.

—Llora cariño —dijo con una media sonrisa—. No sé qué pueda ser tan malo pero te aseguro que pasará, solo déjalo salir.

   Scarlett comenzó a relatarle a su amiga todo, desde el dia de la fiesta que tuvieron con sus amigos y su hermana, su falta a la escuela, su discusión y su partida antes de ser atropellada.

   Le contó que nunca lo vio porque apenas podía abrir los ojos por el dolor en la cabeza y los ojos. Le contó cómo arrancó su cadena, como la dejó en la carretera y le dejó dinero en el bolsillo sin importarle si ella moría.

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora