Epílogo

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Scarlett miraba por la ventana de su habitación sin darse cuenta de la entrada de Perséfone y su hermana que se pararon a su lado

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Scarlett miraba por la ventana de su habitación sin darse cuenta de la entrada de Perséfone y su hermana que se pararon a su lado.

  Cinco meses parecían irse tan lentos que no imaginaba cómo los había logrado.

—Estamos aquí —dijo Perséfone—. Es tu cumpleaños, el de ambas y allá afuera está tu madre y Maddox.

—Hola —dijo saliendo de sus cavilaciones—. Ahora voy.

—¿Todo bien? —preguntó Brooke.

—Solo pensaba —respondió.

—Piensas demasiado —dijo Perséfone—. Todo el día te veo ida pensando. Deja de darle vueltas a lo mismo.

—No quiero verte triste —dijo Brooke—. Te entiendo pero no quiero verte así.

—Dime una cosa, ¿valió la pena? —inquirió Perséfone.

—¿El qué? —preguntó.

—Odiar —respondió—. ¿Ese odio te hace sentir mejor que la añoranza? Si es así que bien, pero si no, solo te amargas.

—¿Esto es lo que querías? —preguntó Brooke.

—No, lo sé —dijo con los ojos llorosos—. A veces siento que me ahogo, que me gustaría llamarlo pero sabes, estos meses me di cuenta que se acabó, se acabó de verdad. A veces reviso mi celular para ver su foto pero no puedo verlo más, no hay nada y hace unos meses vi sin querer el celular de Maddox, se mensajeaba con ella, con Melina. Las fotos que le compartió. Están juntos de nuevo, Hurs y ella volvieron, él siguió su vida.

—Eso es lo que querías —dijo Perséfone—. Que fuera feliz.

—Sí, pero…

—¿Pero? —inquirió Brooke.

—Nada —respondió.

   Las dos mujeres dieron un suspiro y tras la petición de Scarlett de dejarla sola con la condición de salir en un momento.

    Se sentó en la cama mirando hacia la pared y escuchó de nuevo el sonido de su puerta después de un rato y suspiró.

—Dije que ahora iba —aseguró mirando a la puerta.

  Su corazón se disparó al verlo.

   Hurs miró a Scarlett y no pudo evitar pensar que se veía más bella que antes.

—Hola —dijo sosteniendo una caja—. Siento venir sin avisar pero quise traerte un regalo.

   Se puso de pie y lo vio, en todos esos meses había pensado en que ella no fue la novia que él necesitaba, fue un poco autoritaria y controladora, no lo escuchó, no le dio la importancia que tenía, tal vez, ni siquiera la confianza para confesar. Ambos habían cometido errores pero parecía tarde para recuperar algo.

DOMAR A LA BESTIA (EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 2)Where stories live. Discover now