TRAS LAS HUELLAS DE SU NOMBRE - (Girl x Girl)

CAPITULO 11 - SEDUCCION

CAPITULO 11
"SEDUCCIÓN"

Distrito comercial de Belfast, Irlanda
Estudio "La Otra Moda" de Alex Farrell

Al entrar al gran estudio iluminado por focos con luces blancas, no puedo evitar recordar la primera vez que vi a Lena en aquella sesión de fotos. Casi dos meses desde ese primer encuentro, y el recuerdo sigue muy vivido en mi mente.
-¡Emma! – Oigo una voz familiar desde el otro lado del pasillo. Nos damos la vuelta para encontrarnos a Alex caminando hacia nosotras.
-¡Prima! – Me apresuro hacia ella y la abrazo con fuerza.
-¿Qué haces aquí? –pregunta manteniendo la sonrisa, pero la verdad, no parece sorprendida de verme con Lena.
-Viene conmigo – Lena interviene en la conversación con tono áspero. Miro hacia Alex y noto una extraña expresión en su rostro que intenta sin éxito disimular.
Una parte de mí quiere aclarar la situación, pero otra parte, una que cada vez puedo menos controlar, le agrada la forma en que Lena ha intervenido.
-Imagino que vienes a probarte la ropa e iluminación para la próxima sesión – le responde mi prima.
-Eso y hablar un asunto contigo. -dice seria. -Espero no sea un problema que haya traído a Emma conmigo. -Parece que entre ambas existe una conversación silenciosa, una conversación que ninguna de las dos quiere hacerme parte.
-Por supuesto que no – Alex me sonríe con ternura – Un placer tenerte aquí – vuelve a abrazarme de forma juguetona y alegre. Veo hacía Lena y una mueca aparece en su rostro. ¿Estará celosa? ¿De Alex? Todos saben que Alex es adoptada, que no compartimos lazos de sangre. Me rio ante la idea, ante sus celos.
En ese momento aparece Martin, uno de los fotógrafos que estuvo durante mi sesión de fotos en el columpio y que compartió información en el casino.
-Pensé que vendrías más tarde – dice Martin luego de saludarnos a ambas. Lena le explica que prefirió adelantar la cita.
-No te preocupes, siempre listo para tu agenda– Martin nos hace un gesto para que lo sigamos. No hace ningún comentario por mi presencia.
El pasillo hasta la sala de vestuario es corto, y al entrar, me encuentro con varios colgadores sosteniendo diferentes prendas, unas largas y otras cortas de infinidad de colores.
-Yo los dejo – nos dice Alex. Se gira hacía mi –Pásate luego por mi oficina ¿Bueno?
-¿Puedo hablar un minuto contigo? – Le pregunta Lena a mi prima sin dejar que yo responda. Ella asiente y se alejan unos metros. Martin contesta una llamada y quedo sola en el pasillo. Trato de escuchar la conversación. Lo sé, me estoy transformando en una espía experta.
-¿Estás segura que era Oliver? -Logro apenas escuchar la voz de Alex. Lena asiente. ¿Oliver? ¿Quién es Oliver?
-No he sabido de él desde el accidente. De hecho, creo que sigue en Londres. -le responde mi prima. Lena no parece convencida. La modelo vuelve a preguntar algo que no logro escuchar. Parece que han cambiado de tema.
-Ya casi consigo que tu padre y tío acepten... –escucho en apenas un murmullo.
-He cumplido con lo que me has pedido, ahora necesito que firmes tu renovación. -le dice algo enojada mi prima.
-Sí, luego de esto firmaré mi renovación de contrato contigo. -le responde Lena y luego un prolongado silencio.
-¡Valachi!, ya han dejado los vestidos en tu camerino. –las interrumpe Martin antes que pueda finalizar. -Alex, un patrocinador te está esperando en tu oficina. Parece importante. - mi prima y Martin  se alejan apresurados para atender al cliente.
-¿De qué hablaron? -pregunto de forma inocente al quedarnos solas.
-¿Esperas que crea que no estabas escuchando? -niego apresurada con la cabeza. -Te prometí que te explicaría, pero ahora no es el momento. -acepto sus condiciones. Po ahora. La sigo al interior del camerino rodeado de espejos.
-No pretendía hacer ahora la prueba de vestuario. -dice en tono más tranquilo. Sus cambios de humor y conversación me desorientan. -Si quieres, puedo dejarte en tu casa y luego regresar -propone al notar varios de los vestidos colgados que debe probarse. Vuelvo a negar con la cabeza, insegura por el tono en que mi voz pueda salir. Ella sonríe.
¿Te gusta este? – me pregunta señalando uno negro. Lo levanta un poco para mostrármelo. Es un vestido con un escote pronunciado y un corte en la pierna derecha. A pesar de lo revelador, se ve sofisticado y costoso. ¿Cómo se vería Lena en el?
-Quizás si te lo pones... - al momento en que las palabras salen de mis labios me arrepiento. ¿me arrepiento?
Lena hace un gesto para que me siente en uno de los sillones de cuero negro en una esquina. Cuando ya estoy acomodada, ella camina hacia mí con su acostumbrado vaiven de caderas. Lentamente, se saca su chaqueta, una vez fuera de su cuerpo, estira un brazo por detrás de su espalda para agarrar el cierre de su enterito negro. ¡OH MIERDA!
De seguro mi rostro muestra confusión, asombro y desconcierto ante las acciones de Lena. Ella lo nota, sonríe triunfante y sin decir más, camina hacía una sala adjunta para terminar de cambiarse.
Le encanta provocarme. Le encanta asegurar su efecto en mí. Le encanta resaltar que ella tiene el control...No siempre. 
Creo ha pasado una eternidad antes de que Lena vuelve a aparecer del cambiador. Camina y se coloca en la misma posición que antes, solo que ahora, usa un vestido de seda negra, tal como lo había pensado, le queda apretado y una de sus piernas queda al descubierto.
-¿Te gusta lo que ves? – Lena me está provocando. Nuevamente. Y yo estoy cayendo en cada una de sus trampas.
¡Se valiente!
¡Se fuerte!
¡Sí!
Decidida, me levanto del sillón y camino unos pocos pasos para colocarme en frente de ella. La miro de arriba a bajo para luego fijar mi atención en otro de los vestidos colgados. Es un vestido negro, no tiene escote delantero, pero sí en la parte de atrás. Casi por completo la espalda desnuda. Me estiro para tomar todo el conjunto y a propósito rozo el brazo de Lena. Ella no dice nada cuando me ve entrar al mismo cambiador.
Cuando me enfrento con el vestido en el espejo, no puedo aun creer lo que estoy haciendo. Lo que me he atrevido hacer. Es algo nuevo, y como antes, siento una euforia y satisfacción interna embriagante.
¡Sigue!
Cuando salgo del vestidor, noto que Lena está sentada en la misma posición en que antes me encontraba yo. Es como si hubiéramos invertido los papeles. Nuevamente.
Me gusta. Me gusta mucho.
La observo atenta, ella aun no me ve. Tengo tiempo de cambiar de opinión, tengo tiempo para volver a mí antiguo yo.
No es lo que quieres Emma.
Quiero ver su reacción. Quiero ver si soy capaz de producir en ella, al menos la mitad, de lo que produce en mí. O quizás todo lo que produce en mí.
-Lena – mi voz sale algo entrecortada, pero la expectación de su reacción llena mi cuerpo de valentía. La valentía aleja las inseguridades.
Lena se da media vuelta, y en el exacto momento en que me ve, sus ojos se abren mutando a un verde mucho más obscuro que su acostumbrado verde brillante. Nunca la he visto así, es más, nunca antes nadie me ha mirado así.
- ¿Te gusta lo que ves? –Repito las exactas palabras que ella ha dicho hace unos momentos.
La observo en calma y noto su respiración irregular, la forma en que sus labios se entreabren para permitir el acceso de aire, dilatando su intensa mirada sobre mi.
Cambio el peso de mi cuerpo acomodándome al escrutinio de sus ojos. Muevo una pierna y noto que ella sigue el movimiento con la vista fija en mi piel expuesta por la pequeña apertura del vestido.
Siento que tengo el mando sobre la situación. Ella lo sabe y yo también.
La adrenalina que me embriaga al cederle el control a Lena logra calmar mi intranquilidad, pero esto, esto es diferente. Sentir que ahora Lena pierde su preciado control, me inunda de sensaciones que nunca he sentido. Que nunca me he permitido sentir, pues siempre pensé que la solución era el descontrol. Lo que sucedió en mí Universidad entreabrió la puerta, y ahora, ahora quedó por completo abierta. Quiero más.
-Me gusta más de lo que debería –responde a centímetros de tocarme. Su respiración es irregular y noto que la mía no es muy diferente. Tenerla tan cerca, con ese vestido, con esa mirada, con el poder de afectarla como ella a mí...
-¿Interrumpo? – nos pregunta una voz masculina. El sonido entumece todos mis sentidos.
En un rápido movimiento, Lena toma de mi cintura y coloca mi cuerpo detrás del suyo.
-No, claro que no - le responde a Martín apretando los dientes.
Obligo a mi cuerpo a reaccionar a la situación y me alejo unos pasos de Lena.
-¡Wow! Se ven increíbles – dice Alex al entrar en la habitación. Aún hay una extraña energía en el aire, pero por suerte, estamos a una suficiente distancia una de la otra para que mi mejor amiga no logre percibirla. -Esto tiene mucho potencial –Dice al mirar hacía Lena y luego hacía mí. Si supiera querida prima. -Se ven fantásticas ambas. Las veo e imagino perfecto la campaña. –agrega entusiasmada.
- ¿De qué hablas Alex? -le pregunto confundida.
-Debo hablarlo primero con la marca, pero seguro estarán de acuerdo en que colabores con Lena –explica con un guiño que casi pasa desapercibido. Miro hacía Lena y no parece asombrada con la decisión de mí prima. ¿Qué traman?
-Haré la campaña sola -interrumpe Lena. Alex parece desconcertada con la negativa, pero se recompone e insiste.
-Dime que sí. - de forma dramática Alex se arrodilla. Me recuerda a cuando éramos niñas y me convencía para ser modelo de sus experimentos artísticos en pasarelas inventadas. –La portada que has hecho ha quedado increíble –para terminar su estrategia, coloca aquella mirada de niña buena que sabe conseguir todo lo que desea. Además, es una excusa perfecta para pasar más tiempo con Lena...
¿Enserio Emma? ¿Aún más tiempo?
-Me deberás una muy grande – le respondo silenciando las voces. Lena vuelve a fruncir el ceño. Hay una larga contradicción en sus expresiones y que presiento mi prima entiende la razón.
-Vamos a probar iluminación para ver cómo se ven juntas antes de hablar con la Marca. –dos propone Martin siguiendo los nuevos arreglos.
Lena camina y toma la chaqueta de cuero negro del asiento y sale del camerino. La Lena juguetona, coqueta, cómplice y relajada, se ha ido por completo.