CAPITULO 35 - Temo al decirte la Verdad.

1.4K 155 39
                                    

CAPITULO 35

Temo al decirte la Verdad.

-¿A dónde vamos? – le pregunto cuando abre una pequeña puerta que separa la propiedad con un largo camino de tierra rodeado de lomas verdes y el Atlántico de fondo. Ella no responde y sigue caminando. -¡Lena! –vuelvo a intentar, pero sin resultado. Sigo sus pasos hasta lograr tomar su mano para que voltee. Al notar su angustiada expresión, una sensación de ahogo inunda mi garganta.

-Temo al decirte la verdad....-murmura con voz cortada –no te importará si finalmente recaigo o no –Lena se voltea y enfrenta la potencia del mar a nuestro alrededor.

-¿Qué puede ser tan terrible para que pienses así de mí? –le pregunto interponiéndome entre ella y el mar. Lena observa el movimiento de las olas, el movimiento del césped respondiendo a las demandas del fuerte viento. Procesa mis palabras, endereza su cuerpo, su postura rígida antes de responder.

-Tan terrible como para haber acudido a mi padre por ayuda. –confiesa con rabia hacía si misma. –Tan terrible como para haber aceptado un trato con el mismo diablo. Como para ahogarme en las peores drogas para olvidarlo –sus manos suben hacía su cabello en busca de un falso consuelo. El movimiento me recuerda a mí misma ante un ataque de pánico y lo desconocido que es verlo en alguien como Lena. Lena sin control

Lena viciada en las drogas

-No permitiré que recaigas –afirmo nuevamente con absoluta convicción. Y en ese momento lo entiendo, no importa qué diga, no importa qué haga, no permitiré que vuelva hacer un ente.

¿Un ente?

Un ente como mi madre.

-No sabes lo que dices –recrimina dando media vuelta para seguir por el camino.

-Explícame entonces –trato de tomar su mano para impedir que siga alejándose.

Se aparta, pero sujeto ambos brazos con fuerza hasta asegurarme que no seguirá huyendo. -No permitiré que recaigas –repito una vez más dándole a entender que no escaparé.

Lena se deja caer sobre el pasto, rendida, sin fuerza. Verla en aquel estado, tan fuera de si misma, rompe todas mis barreras emocionales. Me dejo caer a su lado y noto su respiración agitada, el debate en sus ojos, sus manos pegadas a su estómago.

¡Oh Lena..!

Sin contener el impulso, la abrazo con fuerza dejando mi cuerpo descender sobre el suyo. Ella lo permite y siento de inmediato el cambio en su respiración, la forma en que suelta el aire y relaja las articulaciones.

No te dejaré...

Estamos en aquella forma durante varios minutos, cedo a que apreté mi cuerpo,

a que apoye su rostro en mi pecho, a que trate de hablar para luego detenerse varias veces. La abrazo hasta que levanta el mentón para encontrarse directo en mis ojos.

-Yo la maté. -murmura en un sollozo sin quitar su mirada de la mía. Sus palabras son un filo que provocando el impulso de alejarme a modo de protección, pero logro contenerme. –Fue mi culpa -contengo la respiración y me obligo a permanecer en la misma posición, a permanecer abrazada a su cuerpo.

Alex tenía razón.

Oliver tuvo razón.

Lena me observa expectante a cualquier movimiento, a cualquier palabra, a cualquier posible pista que le haga saber mi decisión.

-No te dejaré

Lena parece no entender mi reacción, y la verdad, ni yo lo hago, ni yo entiendo qué hago abrazando a una mujer que acaba de confesar haber matado a alguien.... Sara.

¿A quién engañas?

¡Sabes perfectamente la razón!

-Estábamos en su auto – hace una pausa, cierra los ojos y sin abrirlos continua–Habíamos bebido. Bastante. –Lena contiene la respiración, de seguro, recordando el momento. Abre los ojos y están vidriosos, pero sin alcanzar a derramar ninguna lagrima. -Insistí en que yo podía manejar, insistí en que no tomáramos un Taxi... Que no llamara a Oliver –murmura rápido. De manera instintiva acerco su cuerpo al mío, pero ésta vez ella rechaza el consuelo y se aleja.

–No merezco tu consolación. Merezco ser condenada.

-Lena...

-¡No! Déjame terminar, o no podré decirlo. No podré seguir. -asiento con la cabeza nerviosa por el tono de su voz. -Cuando vi su cuerpo inerte.... Entré en pánico. -sus manos tiemblan, trato de abrazarla, pero nuevamente me evita. –Su cuerpo retorcido en mitad del camino. La dejé ahí. La dejé ahí.... Sola. Sara fue mi mejor amiga y la maté.

–balbucea apretando los dientes con rabia. –Merecía castigo, lo sé, merecía ir a la cárcel por lo que hice, pero en vez de eso, me vendí a mi padre, permití que él cubriera mi atrocidad a cambio.... –Su voz se corta en la última palabra. ¿Su padre?

-¿Qué pidió tu padre por arreglar el juicio que inició Oliver? – Le pregunto seria. No parece sorprendida por mis deducciones.

-No pidió nada concreto. -hace una mueca. -Fui estúpida. No insistí en ese momento. Dejé que se hiciese cargo de todo sin saber qué querría a cambio.

-Estabas en shock -trato de consolarla, pero se aparta más que antes. No es una opción tocarla ahora.

-La verdad... Asumí que mi padre querría que fuese parte de su negocio. -mi corazón se contrae con la idea. -Y decidí venderme a los medios para evitarlo. Evitar el anonimato. Evitar que me reclutara. –me alivia saber que Lena no tiene la intención de unirse a Lex. Que ha dado todo para impedirlo.

-Empezaste a trabajar con Alex.

-Tu prima te contó del trato que hicimos. - asiento apartando la mirada. No quiero que Alex tenga más problema con Lena. -¿Te dijo que llegué drogada a las sesiones de los pocos fotógrafos que decidieron arriesgarse conmigo? -su voz es rasposa. -¿Te dijo que los eventos terminaban conmigo en una esquina inconsciente?.... - quiero borrar esos recuerdos de su mente, quiero expandir todo lo que siento por ella hasta que nada importe, pero sé que no me lo permitirá. Sé que su impulso por ahogarse en el dolor es parte de su autocastigo.

-Pero lograste rearmar tu vida. -una parte de mi necesita consolarla, necesita hacerle sentir bien, aun si son con simples palabras.

-Fue eso o morir en un callejón. -no lo resisto y me arrojo a sus brazos. La idea de perderla.... Necesito tocarla, saber que está bien. Que ahora está bien. Que está aquí conmigo. No se ha ido. No me ha abandonado.

-Emma... -Esta vez no me aparta, quizás entiende mi necesidad, quizás... Quizás también la siente. -No lo entiendo. -confiesa apoyando su frente en la mía. -No entiendo cómo sigues cerca de mí. -aclara con voz rota.

-Tenemos nuestros demonios. -aparto suaves hebras de cabello sobre su rostro. -tenemos un pasado. -dejo un beso en la comisura de su labio inferior. -Pero sé que podemos enfrentarlo.

Quizás estoy loca justificando sus acciones, quizás he perdido la racionalidad, quizás me he dejado llevar por lo que Lena logra hacerme sentir. Todo con tal de seguir sintiendo, con tal de no perderme en mi propio sufrimiento. No parece ser un pensamiento sano, no parece ser un buen camino, pero para mí, que he tenido caminos autodestructivos, caminos de completa soledad emocional, pareciera ser una decisión lógica en mi mente.

Me observa un momento y luego se levanta del suelo.

- ¿Confías en mí? –pregunta extendiendo su brazo y abriendo su palma. Observo cada trazo, cada delineación, cada línea de su mano invitando a que acepte lo que desde un principio he sabido.

¡No lo digas!

-¿De verdad no lo sabes? –pregunto levantándome también. Ella se da la vuelta y su sonrisa calma cualquier demonio que se atreva a invadir este momento, cualquier duda que aun quede en mi mente, cualquier decisión que haya tomado en el pasado. las huellas quedan desplazadas a un sitio alejado de la realidad.

Me he enamorado de una mujer.

TRAS LAS HUELLAS DE SU NOMBRE - (Girl x Girl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora