CAPITULO 51.- "¿Qué droga?"

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CAPITULO 51.-

"¿Qué droga?"

Al llegar a su piso, me detengo justo en la entrada sin saber qué hacer, si tocar la puerta, el timbre o llamar a Marcela.

¡Vamos Emma!

Toco el timbre y espero varios minutos. Vuelvo a tocar y finalmente Marcela es quién abre.

-Querida...Pasa –La mujer mayor hace un espacio, y sin darle tiempo a que cambie de opinión, ingreso al departamento. –Lena está es su estudio –Informa con rostro preocupado. -Ha estado encerrada ahí desde que visitó a su padre –Explica afligida.

-¿Es arriba? –Le pregunto sin buscar mas detalles. Ahora mi prioridad es encontrar a Lena.

-Por el corredor a mano derecha... -No espero a que termine cuando ya estoy subiendo por las escaleras. Sigo las instrucciones hasta llegar a una puerta de caoba, toco dos veces sin obtener respuesta, vuelvo a tocar...

-¡Marcela! ¡Necesito estar sola! –Grita Lena desde el otro lado. Alarmada por su tono, abro sin mas para encontrarla muy quita y erguida sentada del otro lado de su escritorio con varias botellas de vinos y vodkas sin abrir.

-Dije que.... –Se detiene al apartar la mirada de las botellas. -¿Emma? -Pregunta sorprendida. -¿Qué haces...?... ¡Marcela! –Exclama frustrada y con muchas emociones en su rostro. Se tensa, respira y luego regresa su atención al alcohol sin abrir sobre la mesa. Parece estar en un trance de control sobre su cuerpo, sobre su postura, sobre incluso el ritmo de su respiración.

-Lena... -Pronuncio su nombre en apenas un murmullo al acercarme a su escritorio. Ella no me ha escuchado. Sigue con la vista fija en una de sus adicciones.–Lena... -Vuelvo a intentar sin obtener ninguna reacción de su parte. Rodeo la mesa y me detengo por detrás del asiento. Veo su espalda recta y su postura perfecta, noto que también ha bajado de peso. –Amor... -Murmuro con el estomago apretado al no contener el cariñoso apelativo.

-Emma... -Logra decir aligerando la postura, se da cuenta y vuelve a enderezarse de inmediato. Me arrodillo a su lado quedando al mismo nivel que las botellas de alcohol.

-Mírame –Le pido angustiada al verla de ésta forma. Ha llevado su imperioso control al limite, y sé que es un mecanismo de defensa ante todo lo que está sucediendo. –Mírame por favor – Parece intentar apartar la vista de su adicción, pero finalmente queda en la misma posición. –Te necesito. –Murmuro casi sin voz. Lena por fin aparta la mirada para quedar varios segundos observando mi rostro, aprovecho el momento y la atrapo entre mis brazos obligándola a que también quede arrodillada en el suelo a mi lado.

Ella no reacciona durante varios minutos, pero no me importa, la sigo sosteniendo contra mi cuerpo, besando su cabello, su frente, sus pómulos, su mentón hasta dejar un suave beso en la comisura de sus labios. Ella cierra los ojos y suelta el aire. Parece ser el primer impulso no calculado que hace en un buen rato.

-Emma... -Vuelve a pronunciar mi nombre al colocar su rostro en el espacio entre mi cuello y hombro. Su respiración se calma. La sostengo con fuerza para cambiar de posición y quedar apoyada en la pierna de la mesa con ella entre mis brazos. –Gracias por venir –Murmura soltando por fin sus músculos, su postura, la rigidez de su cuerpo.

-Dejaste de responder mis mensajes –Explico con cuidado para no gatillar su tensión. –Estaba preocupada –Agrego acercándola más a mi cuerpo.

-Las botellas... -Comienza a decir. -¿Están cerradas? –Pregunta afligida. La abrazo con mas fuerza al darme cuenta de todas las implicancias de aquella simple pregunta.

-Sí lo están –Respondo en apenas un murmullo.

-La droga... ¿Está ahí? –Pregunta aguantando la respiración y enderezando nuevamente la postura de su espalda.

¿Droga?

¿Qué droga?

Levanto la vista hacía el escritorio y cierro con fuerza los ojos al no encontrarla.

¡Mierda!

¡Mierda!

.....

-Todo estará bien –Murmuro con los ojos cerrados y acercándola hasta que cada parte de su cuerpo toque el mío. 

TRAS LAS HUELLAS DE SU NOMBRE - (Girl x Girl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora