TRAS LAS HUELLAS DE SU NOMBRE - (Girl x Girl)

CAPITULO 26.- Fiona

CAPITULO 26.-

"Fiona"

En la Universidad durante la tarde.

Las asignaturas pasan con normalidad y sin incidentes. He logrado prestar atención, más de lo que habría esperando teniendo en consideración el caos que se ha transformado mi vida durante el último tiempo.

¡Desde que Lena Valachientró en ella!

Salgo tranquila de la sala y noto que varias estudiantes salen riendo del baño. Es normal que salgan en grupo, pero hay un aglomerado susurrando cosas entre ellas.

-Tenía que ser esa loca – Dice una chica morena.

-¿La viste el otro día en la fiesta? –Le responde entre risas una rubia.

-¿Qué sucede? – Me acerco a preguntarle a la chica morena.

Ninguna responde y continúan riéndose entre ellas y otra chica mas alta. Trato de entrar al baño, pero otra chica rubia me detiene.

-No quieres entrar ahí, créeme –dice con una expresión de asco. No le hago caso, pues una extraña sensación en mi estomago dice que debo entrar a ese baño.

¡Sé fuerte!

-Muévanse –Les ordeno a las chicas aglomeradas en la entrada.

Todo parece normal. Sigo caminando y noto que ya no hay estudiantes en los lavamanos ni en los retretes.

¡Que extraño!

Sigo por el pasillo hasta los vestidores donde se encuentran las duchas. Ya mas cerca, logro escuchar el sonido de agua cayendo.

-¿Hay alguien? – Pregunto. No obtengo respuesta, solo el sonido de la regadera. Me acerco más y logro percibir un pequeño gemido que se confunde con el sonido del agua cayendo. Mi estomago se vuelve a retorcer en alerta.

-¿Hola? – Vuelvo a preguntar, y nuevamente, no obtengo respuesta. Me sigo acercando.

La presión en el estómago va haciéndose cada vez más familiar, es la misma sensación que sentí anoche durante el sueño.

-¿Ka-ra?-Escucho un susurro proveniente de una de las duchas. Al reconocer el timbre de voz, corro de inmediato a la última de las regaderas.

-¿Fiona? ¡Por dios Fiona!- Me inclino hacía ella de forma apresurada y angustiada por verla en aquel estado. Se encuentra por completo mojada, con la ropa deportiva semi colocada y echa un ovillo en una esquina de la ducha. Con gran esfuerzo, logro moverla del chorro de agua. Parece ida, su cuerpo lacio y sin fuerza.

-¡Fiona! – Nada sucede. -¡Vamos Fiona! -Muevo su cuerpo para que reaccione. Nada. –¡Fiona!- Vuelvo a repetir. No se mueve. Intento sacudiendo su cuerpo y levantar sus brazos -¡FIONA! – De forma lenta, empieza a abrir los ojos.

Notar que ha reaccionado me alivia, me calma. Aun con todo lo que ha sucedido, aun luego de haberme traicionado, verla en éste estado me quiebra por completo.

-Vamos Fiona... -Poco a poco, empieza a abrir los ojos.

¡Mierda!

Son los mismos ojos de mi sueño. Una mirada ida, angustiada y rojiza.

A lo lejos siento ruidos provenientes de la entrada del baño. Voces molestas y una que llama mi atención.

-¡Que nadie entre! – ordena la voz de forma autoritaria. El sonido de sus tacones son golpes rítmicos con mi corazón.

Sé que es ella. Lo sé.

Lena se queda en la entrada del camerino. Me observa a mi, y su expresión es indescifrable. Al segundo, aparta su mirada de la mía y se concentra en Fiona.