TRAS LAS HUELLAS DE SU NOMBRE - (Girl x Girl)

CAPITULO 24.- "Confío en ella"

CAPITULO 24.-

"Confío en ella"

Al salir del departamento de Lena, una sensación de ahogo inunda mi cargante, mi estomago da piruetas y mi mente se repleta de pensamientos e imágenes.

¡Muévete Emma!

Mis pies obedecen la orden y entran al estacionamiento iluminado. Busco el Jeep y me encuentro con un Wrangler negro del año y modificado en llantas todo terreno.

Abro el auto, enciendo el motor y la altura me desorienta un poco.

Mi padre...¡No puedo llegar así a casa!

Mi teléfono vibra en mi chaqueta, lo saco y mi ángel guardián me ha salvado nuevamente con una idea.

-Alex

-¿Dónde has estado? Te he estado llamando – Habla preocupada.

-Lo sé, lo siento.

-¿Está todo bien?

-¿Puedo ir a tú departamento? -le pregunto sin entrar en detalles.

-Claro que sí. ¿Ha llegado tu chofer? ¿Quieres que pase por ti?

-Mmm... No, no es necesario... Llego dentro de un rato. – tendré que explicarle qué hago con este auto.

Me dejé llevar tanto por Lena, por su energía, por su intesndiad, por sus ojos, por mis sentimientos por ella, que he traicionado por completo mis convicciones.

Tenía que obtener respuestas y terminé besándola.

Luego de las advertencias de mi padre, terminé besando esos labios.

Siento la frustración tomar terreno, y por poco, me salto un semáforo en rojo.

¡Suficiente!

(...)

Una vez fuera del edificio de mi prima, le envio un mensaje para que salga a abrirme el portón. No pasan mas de algunos minutos cuando una muy confundida Alex se asoma y hace una seña para que le abra la puerta del copiloto.

-¡¿Qué haces en el Jepp de Lena?!– exclama al entrar

¡Eso ha sido rápido!

Las puertas del portón se abren y entro al estacionamiento directo a su espacio designado.

-¡Emma! –insiste al notar que no respondo. -¿Qué haces en uno de los autos de Lena?

-Te lo contaré todo, solo deja estacionar esta cosa –explico maniobrando para entrar en el espacio que ella utiliza para estacionar su pequeño convertible que ahora se encuentra en el garaje.

-No te salvaras de explicarme renacuajo –dice al bajar con cierta dificultad del Jeep. Respiro un par de veces y me pregunto si fue buena idea venir a su departamento.

(...)

El elevador hacía su piso transcurre en un silencio sepulcral con su mirada pegada en mi. Alex abre la puerta del departamento e ingresa.

-Ahora sí me vas a contar todo – los nervios se apoderan y una risa involuntaria sale de mi boca al cerrar la puerta de entrada. El departamento de Alex es acogedor, modesto, lleno de mantitas y lugares para estar cómodas.

-¿Quieres algo? –pregunta dejando las llaves y abriendo el refrigerador. Saca un par de cervezas incluso antes de contestarle. Camina hacía el sillón y se acomoda para hacer un espacio junto a ella. Me entrega la cerveza ya abierta y me observa expectante a que diga algo.