CAPITULO 15 - ¿Qué más sabes Alex?

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CAPITULO 15

¿Qué más sabes Alex?

No pude levantarme, no pude reunir las fuerzas y pretender que mi vida sigue su rumbo con normalidad. Quise quedarme en mi habitación, en la seguridad del peso bajo las sábanas y excluirme del bullicio de la Universidad, del bullicio de mi vida.

Quiero silencio. Quiero acallar las voces en mi mente, aun si debo seguir apretando con fuerza mis manos. Seguir con las duchas heladas, seguir mordiendo mi labio, seguir con los puntos fijos en una habitación inundada por la oscuridad. Quizás sí soy como mi madre. Quizás sí soy un ente que solo vive. Que se levanta y luego acuesta.

No sé cuántos días han pasado, no sé cuánto he realmente comido. Solo soy consciente de la lucha en mí mente por acallar las voces, los recuerdos. Es una lucha que me ha dejado agotada. Drenada sin energía. Mí celular ha vibrado varias veces sobre mí velador. Veo la pantalla y el nombre de Alex con una foto juntas de niñas aparece. Dejo que siga sonando hasta que la llamada se corta. Luego de unos minutos, su nombre vuelve a aparecer en la pantalla. Alex es demasiado insistente. Seguirá llamando.

-¿Emma? – Pregunta mi prima al no escuchar respuesta de mi parte al contestar.

-Sí –logro articular escondiéndome bajo las sábanas. Como si aquello me protéjase de algo invisible a mis ojos.

-¿Qué sucede? –pregunta con preocupación. -¿Dónde has estado estos días?

-Estoy... Bien – le respondo con la voz cortada y rasposa. No puedo fingir cuando me siento desecha. Destruida.

-¿Estas en la Universidad? -no puedo mentirle. No a ella.

-No... Estoy en mi habitación.

-Voy ahora mismo hacía allá. – Alex corta el teléfono sin darme tiempo a decirle que no es necesario, que estoy bien.

¡No estás bien!

Regreso a mi pequeño fuerte bajo las sábanas.

(...)

Abro lo ojos y escucho ligeros golpes en la puerta de mi habitación. Si lo ignoro, quizás desaparezcan. Vuelvo a cerrar los ojos, pero los golpes persisten. Luego de unos minutos se detienen y siento a alguien sentarse en el borde de la cama.

-Emma... -Escucho un murmullo antes de quitar con cuidado las sábanas que hacían de escondite.

Alex deja una caja de pizza sobre la cama para atraerme a sus brazos y abrazarme con fuerza. Me dejo caer en ella, suelto mi cuerpo, y poco a poco, me siento más tranquila. Siempre ha sido así. Alex acudiendo en mi ayuda cuando mi padre no lo hacía, cuando me quedaba sola, aun estando mi madre a pocas habitaciones de distancia.

"Después de lo que hiciste con Eliza, sabes que me lo debes"

¡No pienses en ella!

-¿Qué ha sucedido pequeña? – me abraza una vez mas y luego ambas nos sentamos con la caja de pizza entre ambas.

-¿Fue por Lena? – yo asiento con la cabeza y ella parece triste. -Miro la caja de pizza, ella lo nota y la toma para ponerla lejos de mi alcance.

¿Qué le respondo? ¿Por Lena? ¿Por mi madre? ¿por las palabras de mí tío?

Mi estomago se tuerce con el último pensamiento...

-No la entiendo... No entiendo a Lena – digo por fin. Ella me entrega un pedazo de pizza, como en recompensa por haber hablado. Así funcionará esto.

Las palabras de mi padre aun rondan mi mente, pero sufrir un nuevo ataque de pánico no es una opción.

¡Concéntrate en Lena-Problema!

TRAS LAS HUELLAS DE SU NOMBRE - (Girl x Girl)Where stories live. Discover now