TRAS LAS HUELLAS DE SU NOMBRE - (Girl x Girl)

CAPITULO 56.- "¿El Final?" (Parte I)

CAPITULO 56.-

"¿El Final?"

POV LENA
[Point Of View Lena Valachi]

-La carpeta la tiene el Senador –Murmuro conteniendo la rabia al haber sido interrumpidas por una rata, por una escoria. -Quiero que salga de mi propiedad... A menos que busque armar un escándalo y que llame a seguridad junto a todos los medios que aun esperan fuera de mi edificio. –Lo amenazo disfrutando su expresión de temor. ¡Puto desgraciado!
-Si la gente se enterara... -Comienza a decir nervioso. –Si la gente se entera de lo que hice....-Continua bajando la voz... -Si Emma se entera... -Termina por decir al darse la vuelta y enfrentarme. De inmediato, miro hacía el inicio de las escaleras donde sé está Emma, pero ... ¿Dónde está? Me inclino hacía atrás y noto que la puerta de mi escritorio está abierta. ¡Fuck!
-Me importa una mierda tú situación, una maldita mierda –Suelto sin lograr seguir manteniendo la calma. -Ya le he entregado mi respuesta, ¡Ahora salga de mi departamento! –Le exijo dejando la entrada liberada para que se vaya. -¡AHORA Farrell! –Repito enfurecida por las consecuencias de su visita. La carpeta.
-No me iré hasta.... –Intenta decir, pero lo interrumpo tomando su brazo con fuerza y empujándolo fuera. Presta resistencia, pero al notar a una mujer en el pasillo, acepta salir para evitar mayor exposición pública.
-Te iras cuando yo lo diga y harás lo que YO diga Nicolas –Grito apretando los dientes de rabia. Él parece confundido. –Mejor lee el puto contrato que has firmado antes de atreverte a volver a venir –Aclaro cerrando la puerta.
-¡Esto no ha terminado! –Grita Nicolas.
-No te metas conmigo Nicolas –Lo amenazo desde el otro lado sabiendo que me ha escuchado. No vuelve a responder. ¡Puto cobarde!
Escucho un grito desgarrador proveniente del segundo piso.
¡MERDA! ¡Emma!
Subo saltando los escalones y entro acelerada al escritorio casi ahogando la respiración. No por haber subido más rápido que nunca, sino por la imagen que me encuentro al ingresar. ¡Ya es tarde...!
Emma se encuentra en el suelo con las rodillas recogidas y pegadas a su pecho. Sus manos rodean su cuerpo terminando en sus uñas incrustadas en los brazos para sostenerse, para evitar desplomarse sobre el mar de papeles rotos y arrugados junto a la carpeta roja desarmada.
¡La ha leído! ¡Ya sabe la verdad! ¡La verdad que no me atreví a decirle yo!
¡Contrólate Lena! ¡Maldita sea! ¡Contrólate y soluciona esto!
-Emma... -Murmuro acercándome a ella con cuidado, como de una criatura en peligro se tratase. – Emma... -Vuelvo a intentar, pero nada sucede, ningún movimiento, ninguna palabra. ¡Fuck! ¡Fuck! ¡Soy una imbécil! ¡Una idiota! ¡Fuck!.
Emma sigue sin reaccionar, sin hablar, sin mirarme. Solo el temblor de sus manos por la presión al incrustar sus uñas en la piel delatan su respiración, que vive... Aun si no lo pareciese.
¿Qué mierda puedo decirle cuando ya sabe la verdad? ¡Fuck! ¡La he cagado! ¡Merde!
Mis rodillas seden y caigo al suelo. Estiro mi mano izquierda y roso su brazo desnudo. Ella tiembla y noto que he tocado una fina cicatriz blanca en su piel. Observo con cuidado su brazo y cuento las delgadas líneas hasta perder la cuenta. Un dolor agudo se apodera de mi garganta.

"Parecía hacerle daño mi propia existencia"

Las palabras de Emma llegan para acentuar la culpa por no haberle contando la verdad aquel día.

"Lo que más me destruye es no saber la razón de su comportamiento hacía mi"

Sé que tuve la oportunidad de decirle qué sucedió con su madre. No lo hice. No alivié su dolor. Ayudarla en que supiera la verdad. Que supiera la razón del comportamiento de Eliza... ¡Fuck!....
¡Necesito explicarle! ¡TENGO que explicarle!
- Emma –Murmuro al acomodarme justo enfrente de ella, pero sin lograr ninguna interacción de su parte. –Dame la oportunidad de explicarte –Le pido temerosa de su reacción, pero nada sucede. –Necesito que me escuches Emma. –Le vuelvo a pedir, pero nada ocurre, ¡NADA!.
Sé cómo lidiar con la rabia, con el odio de la gente, con la ira. Pero esto. Esto es diferente. Parece estar oprimiendo cualquier tipo de emoción, de sentimiento o reacción.
Confió en una drogadicta, en una puttana drogadicta que la ha traicionado.
La he traicionado cuando ella confió en mi. Yo le pedí que confiara. Le exigí que lo hiciera. ¿Y para qué? ¿Para esto?
-Cuando estuvimos en de viaje...No te expliqué todo lo que mi padre me exigió hacer... - Murmuro tratando de ordenar los acontecimientos de aquella noche en que mi padre cobró mi deuda, noche en que todo comenzó, y me llevó a ser dueña de aquella carpeta roja, de aquella maldita carpeta roja.
Espero algún tipo de reacción, pero nada sucede, decido espero aun más, esperando, aguardando cualquier movimiento, cualquier palabra...Nada.
-¡Emma! ¡Dios! ¡Di algo! –Le grito, y por primera vez, la toco con brusquedad para conseguir algún tipo de respuesta a mis palabras. Por fin, ella reacciona, levanta el rostro, y lo que veo, congela mi respiración.
-¡Suéltame! –Grita levantándose apresurada. El rápido movimiento me desestabiliza  y caigo hacía atrás quedando justo por debajo de ella. –¡Deja de mentir! ¡Deja de evitar lo que dice esa carpeta! ¡TÚ carpeta! –Grita con furia. -¡Todo lo que has dicho ya lo sé! ¡Lo se TODO Lena! –Agrega tratando de contener las lagrimas, la rabia y frustración. -Te di la oportunidad. Me viste llorar por mi madre, me viste rota por ella. No fuiste capaz de decirme nada, ¡NADA! –Vuelve a gritar y tirar lo que queda sobre el escritorio al suelo justo donde estoy yo. Trato de esquivar los lápices, pero varios me impactan.
Me levanto, intento acercarme a ella, pero me empuja con fuerza.
-¡Eres una cobarde! –Dice alejándose de mi. -¿Cómo pudiste aceptar ese contrato?
-¡¿CÓMO PUDISTE?! -Su tono cada vez más alto, más enfurecido.
-¡No sabía lo que hacía! ... Dejé a Sara y corrí hacía él. Lo escribió todo, no leí nada. ....Firmé y esperé que Lex solucionara todo. - Emma se detiene y me observa con la respiración agitada.
-¿Esa es tú excusa? ¿No haberlo leído?
Emma da vueltas por la habitación hasta quedar justo del otro lado del escritorio, casi utilizándolo de escudo.
-Todo éste tiempo lo has sabido. –Murmura aguantando la respiración. Sus dedos buscan sus brazos, sus uñas casi clavándose en la ya dañada piel.
-Emma... -Digo con voz desgarrada. Siento mi cuerpo destruido, mi mente dividida entre las voces que me exigen hablar sobre la carpeta roja, y mi sentido de supervivencia por evitarla.
Levanta la vista exponiendo sus ojos enrojecidos seguidos por gruesas lagrimas cayendo sin piedad por su rostro.
-Aquella mañana en el estudio de Alex...-Murmura entre lagrimas.–No me observabas por encontrarme atractiva- Continua haciendo un esfuerzo por no derrumbarse.
Veo desgarrada lo que he producido, lo que le he causado. Por mi culpa. Una sensación conocida trata de avanzar, una sensación llena de recuerdos muertos, de ansias, de necesidades prohibidas...Y sé perfectamente qué son. Las conozco de forma intima. Una necesidad de escapar para hundirme... Hundirme...¡Seria fácil!...Tan fácil...Tan rápido. Escapar de sus lagrimas, de su rostro destruido, de sus expresiones atormentada...Por mi culpa. -...Mi foto en esa carpeta roja... Me reconociste. -Afirma al apretar con fuerza su labio inferior entre sus dientes. -Reconociste... -Se detiene y aprieta aun más su labio. –Tú reconociste... -Intenta nuevamente, pero sin lograr terminar la frase.
Un nuevo sentimiento... No. Un viejo sentimiento... Miedo, miedo mezclado a la necesidad de drogarme. A la necesidad de hundirme en drogas, en escapar y olvidar. No tendría que sentirme así...No tendría que escuchar sus  siguientes palabras.
La he destruido. A la única mujer que he necesitado más que el mismo aire, incluso más que las drogas o cualquier deseo de alejarme de ellas. Sé lo que dirá y sé que jamás me perdonará. Y aun sí, jamás podré alejarme de ella.
NO VOY ALEJARME DE ELLA.
Y con aquella revelación a fuego en mi mente, noto que Emma se acerca y murmura lo que siempre supe, lo que use para negociar, para extorsionar a Nicolas Farrell y conseguir la libertad de mi padre, del mayor traficante de drogas y el orquestaste de mi destrucción emocional.
-....Reconociste a la hija de un violador... A la hija de una madre violada... A una escoria rechazada que nadie quiso –Termina por decir apretando tan fuerte su labio hasta hacerlo sangrar, y en ese momento, noto que todo en mi interior también está sangrando, que mi mente se nubla y una enterrada Lena logra emerger para tomar el control.