TRAS LAS HUELLAS DE SU NOMBRE - (Girl x Girl)

CAPITULO 19. - ¡ME SIENTO PODEROSA!

CAPITULO 19. –

¡ME SIENTO PODEROSA!

Alex entró unos minutos después de que Lena se fuera con Fiona. Me encontró con los pies pegados al suelo, sin poder moverme, como si cada parte de mi cuerpo pesara una tonelada. Estaba tan paralizada, que ni mi cerebro reaccionaba a la compulsión de enterrar las uñas en mi piel. En silencio, Alex me abrazó, y poco a poco, logró que mi cuerpo respondiera a las ordenes de mi cerebro.

Mi prima no preguntó qué sucedió, solo me abrazó, me ayudó a entrar en su auto y luego manejó hasta mi casa. No hablamos en todo el trayecto. Siento frustración, rabia, vergüenza y traición. Quizás no tengo derecho a sentir nada de aquello, pero mi corazón, traicionero, muy traicionero, me hace entender que de igual forma no tengo escapatoria a esos sentimientos....

(...)

Al llegar a mi habitación, escapo hacía el baño para no enfrentar a Alex, no enfrentar la realidad.

Me quito la parte de arriba del enterito y lo dejo suspendido en mis caderas quedando con un sostén negro de encaje. Me acerco al lavado y dejo correr el agua helada para mojar mi rostro, el contacto frio recompone mi fatiga emocional, pero no lo suficiente para acallar las voces constantes en mi mente.

¡Traición!

¡Rechazo!

Nunca nadie te escoge... Nadie te escogerá a ti...

Poco a poco el agua se acumula en el lavado hasta casi llegar al límite.

"No me gustó verte con Fiona. ¿Eso quieres? ¿Seguir humillándome?"

"-Sí, eso quiero"

Cierro la llave y pequeñas gotas residuales siguen cayendo. Me acerco y contemplo el reflejo de mi rostro demacrado por el maquillaje corrido.

"Después de lo hiciste con Eliza, sabes que me lo debes"

Me acerco hasta sentir con la punta de mi nariz el contacto helado del agua, y en un acto reflejo por el frio, me alejo unos centímetros.

¡No!

Cierro los ojos con fuerza, y en un movimiento rápido, sumerjo todo el rostro.

Dolor, dulce dolor del ardor frio en mi piel.

Agarro con ambas manos el lavado para obligarme a mantenerme sumergida.

1...2...7...

¡Más!

Siento como mis pulmones batallan por liberar el aire, por obligar a mis manos a soltar el fuerte agarre que me impide respirar.

15... ¡Mas! 20...

Y de apoco, el consuelo de acallar mi mente producto del ardor calma otras necesidades reprimidas. Gozo la sensación, me deleito del silencio y un sentimiento de calma me inunda a pesar de estar aun aguantando la respiración.

30...50...

Cuando siento que estoy llegando al límite, dejo de batallar y permito que mis instintos de supervivencia tomen el control. En un movimiento casi desesperado, mi rostro emerge del agua abarcando la mayor cantidad de aire para que mis pulmones vuelvan a reaccionar con normalidad. Me dejo caer con el pelo húmedo en el suelo mojando mi sostén y el resto del enterito aun colgado en mi cintura.

Respiro agitada varias veces recomponiendo mi cuerpo, y una sonrisa satisfecha se dibuja en mi rostro al lograr callar mi mente.

-¿Estas bien? –pregunta Alex desde el otro lado de la puerta. Mi cuerpo se sacude por su voz, por el tirón hacía la realidad de mis actos. -¿Emma? –Noto que está a punto abrir.