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Capitulo 1 | El comienzo de todo

⚠︎ Advertencia⚠︎

Estás leyendo una versión corregida y revisada con cuidado de la novela. Si eres nueva disfruta de la lectura mejorada. Ahora sí eres antigua bien que notarás la diferencia.

Debido a esto es que no verán comentarios en los párrafos, aún así no vaciles para comentar o volver a comentar, me sentiría muy bien ya que lo pensé por mucho y despegarme de los pocos comentarios que ya habían fue difícil.

El haber corregido no quiere decir que ya no haya errores de redacción u ortografía, claro que no, sí habrá pero en menos cantidad que antes.

||Propiedad de Nara, todos los derechos reservados. Si ves plagio sobre mi novela avísame por favor.||

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El comienzo de todo.

Collet.

¿Alguna vez te has preguntado lo peor que te puede pasar en una noche de fiesta en un bar que no conoces?

La verdad es que yo no, incluso, ni por mi mente pasó que algún día yo estaría dentro de un lugar como este que posee jaulas de cristal en puntos estratégicos, con mujeres casi que desnudas dentro, prendidas de un tubo al medio del pequeño lugar en el que bailan.

Siempre me he preguntado, ¿qué tanto les gusta su trabajo a las strippers? Si les agrada que los hombres las miren con morbo, con perversión y hasta en ocasiones, con deseo. Nunca lo sabré, y es lo menos que quiero saber ahora que estoy sola.

Las luces de colores, típicas de una fiesta, me camuflan entre las personas, queriendo buscar a Allie, mi amiga, la misma que me trajo acá, y la misma que me dejó sola.

¿Pero cómo llegué a este lugar? Deja, que te cueto desde el principio:

Vivir en Nueva York no es tan bonito como se pinta en las películas, y menos cuando hace dos meses te mudaste. Doy un gran suspiro mientras camino por la acera, de camino a mi casa. Me está costando adaptarme, claro, al igual que a Dafne, mi hermana de trece años, tomando en cuenta que ninguna de las dos quería mudarse de nuestra casa en Carolina del Norte.

Para los tres es difícil sobrellevar todos estos cambios, contando a papá, ya que lo que más nos aferraba a la antigua casa, era el recuerdo de mi madre, quien murió cuando yo tenía catorce años. Pero, Lionel, mi padre, no puede rechazar la oferta de trabajo que le salió acá, así que nosotras, como buenas hijas, lo vamos a comprender, aunque lo anterior dicho sea una vil mentira porque lo único que hemos hecho hasta ahora, es reprocharle los malos momentos que estamos viviendo.

—A veces creo que algún día terminarás traspasándome tu mal humor. —Allie me alcanza, colocándose a mi lado derecho. Las dos venimos de nuestra práctica en la academia de baile, la que fiché desde el principio y papá accedió a pagarme, ya que era un requisito para aplicar a la beca universitaria.

Le doy un vistazo de soslayo, torciendo un poco los labios, como si el que ella me hiciera ver que transmito mal humor, me pone aún mas de mal humor.

—No tengo mal humor —lo niego, aun así. Soy una rebelde.

—Mhum. —Me mira como si estuviera loca, al tiempo en que recoge su largo cabello negro en una coleta alta. Es muy bonita, reconozco la belleza de las demás chicas, y ella, es un claro ejemplo de chica guapa; tiene facciones finas, ojos color miel y una piel morena que resalta.— ¿Y me vas a contar que te tiene así?