Capítulo 6

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Collet.

La fidelidad es algo fácil de cumplir y de mantener todo lo que conlleva cuando estás cerca de tu novio y lo ves cada mañana, cuando entran y salen de la mano de todos los lugares a donde van, cuando estudian en el mismo instituto, cuando viven a siete casas de distancia y hablan todos los días sin falta... hasta que se te presenta un semental con ojos hermosos a los pocos meses de estar en algo nuevo, sobrellevando el hecho de haber dejado a tu pareja en otra ciudad, con la pena de que en algún momento todo lo que te ha costado trabajo se pierda y termine de la peor manera.

No quiero justificarme, porque ninguna acción de infidelidad la tiene, tampoco pienso decirle lo que ocurrió a Wyatt, es algo que no volverá a ocurrir ya que quiero mantenerlo y mantenerme como he sido siempre: fiel y armadora de una sola persona.

Por eso es que no voy a dejar que Hanniel arruine mi relación con Wyatt, aunque él no sepa que yo tengo novio.

¿Sí? —contestan al otro lado de la línea y cierro los ojos, deleitándome con esa voz que me hace soltar suspiros.

—Amor ¿Cómo estás? —me siento tan mal, incluso diciendo lo que de verdad él es para mí.

—Ah, hola Collet, estoy bien, ¿y tú? —su voz me encanta, pero me está doliendo lo que hice.

—¿Ya te vas a la universidad? —pregunto con lágrimas saliendo de mis ojos, lágrimas amargas reprochando una y otra vez lo que cometí «lo engañé» y tengo el descaro de hablarle aún con intenciones de no mencionar ninguna palabra de lo ocurrido.

Si ya casi, pero... ¿que tienes bebé? —nota que no estoy bien, me conoce tanto como para saberlo aun así escuchándome a través de un celular.

—Si, solo... solo estoy nostálgica porque te extraño mucho.

Ya veo

—Todo está bien entre nosotros, ¿verdad?

¿Ya confías en mí, antes que en tu amiga? —vuelve al tema por el cual peleamos y creí que me había terminado, pero no, seguimos acá.

—Si. Sabes que te amo y no podría dejarte por algo que no vi.

Bien, entonces sí, las cosas están bien.

—¿Vendrás a verme?

Probablemente —ríe bajo y eso me hace estirar mis labios en una sonrisa— ¿Cuándo quieres?

—No lo sé, lo más antes posible. Ya quiero verte y llenarte de besos.

—Yo lo sé amor, pero necesito tiempo de todas maneras, para organizar mi tiempo, las cosas de la universidad y así, ya sabes.

—Lo sé, igual, ¿prometes venir? Dime un tiempo exacto. —Me pongo caprichosa, con ganas de enmendar de manera rápida las cosas.

En una semana, yo también quiero tenerte.

«Tenerme» Quiero llorar, las ganas de hacerlo se acumulan aún más. Me quedo en silencio, incapaz de procesar todo muy rápido, hasta que habla nuevamente.

Okey, te dejo que se me hace tarde —se despide y yo me muerdo el interior de mi mejilla, insatisfecha.

—Te Amo.

Yo también bebé.

Cuelga y aprieto en mis manos el celular «no volverá a pasar» me convenzo esperando que de verdad yo lo cumpla, no puede ocurrir de nuevo.

Desayuno y me voy a la universidad, después de haberle mentido a papá de que estaba enferma y no podía ir a estudiar, y que seguidamente él me haya ignorado por completo.

Hacia lo Prohibido ©Where stories live. Discover now