Novela Concluida
Kerem Rabinowitz ...
Un apuesto joven que vivía como un judío polaco más y Ebba Baumann , la joven hija de un General de la SS...
Cruzarán sus caminos víctimas del odio y de la venganza.
Pero con el paso de los días los planes de...
Baumann se encontraba en las dependencias de Múnich ...este escuchaba la emisora de radio en su despacho. Alemania seguía avanzando por Europa pero a su vez los bombardeos eran más frecuentes y eso preocupaba al Führer y al Tercer Reich. Baumann sentado en su mesa , recordaba cuando Adolf Hitler subió al poder. Alemania se engrandeció y respaldó a Hitler en su lucha contra los judíos, en una guerra donde ahora la nación comenzaba a resentirse . Habían perdido la batalla en Stalingrado y habían retirado las tropas en Kursk tras otra derrota... Ahora el poder y la sensación de grandeza de una Alemania nazi, comenzaba a verse resentido...
En los pasillos de las viejas dependencias, los soldados iban y venían agitados. Münch entró tras dejarle Kaufmann a las puertas de estas. Este accedió a su interior por el pasillo principal, caminaba a paso ligero, quitándose sus guantes negros de piel y después puso su gorra bajo el brazo .
_El General Baumann... ¿Se encuentra en su despacho?- Preguntó el Teniente Münch a uno de los soldados que deambulaban por el pasillo a toda prisa.
_¡Si mi teniente! Acabo de verle, el General Baumann está sentado frente a su mesa de cartografía.- Respondió el soldado acompañado de un saludo.
Münch era un hombre seguro de sí mismo, pero lidiar con el General podía resultar ser un grave problema si no tenía bien preparada su coartada. Baumann se extrañaría al verle en Múnich y de que su primer oficial al mando en Auschwitz, hubiera dejado el campo sin avisarle con anterioridad y sin una causa justificada. Pero Münch parecía tenerlo todo o casi todo bajo control... Unos golpes de nudillo en su puerta, alertaron al General que estaba trazando coordenadas en sus mapas de cartografía.
_¡Pase! - Respondió haciendo una mueca de desagrado. Münch hizo acto de presencia y se cuadró ante este.
_Hiel Hitler!- Espetó este erguido.
_¿Münch? ¿Qué hace usted en Múnich? No creo haber sido avisado de su llegada , ni tampoco creo yo haberle citado... teniente.- Denotó este extrañado al verle en las dependencias.
_Verá señor... recibí una llamada urgente en las dependencias de Cracovia. En esa llamada se me comunicaba que debía personarme en Múnich lo antes posible, así que... salí esta misma madrugada de Auschwitz junto a mi chófer y un soldado en un auto del ejército a modo de escolta. Pensé que sería algo importante al ser bastante tarde cuando recibí la llamada, y...dada la insistencia de la persona con la que hablé.- Se le ocurrió decir , sabiendo que Baumann era como un perro rastreador y olía la mentira a la legua .
_¿Una llamada dice? ¿Qué clase de llamada? En todo caso yo hubiera dado esa orden y... no recuerdo haberlo hecho.- Decía este reclinándose en su silla y observando al teniente que se mantenía erguido ante él.
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