Novela Concluida
Kerem Rabinowitz ...
Un apuesto joven que vivía como un judío polaco más y Ebba Baumann , la joven hija de un General de la SS...
Cruzarán sus caminos víctimas del odio y de la venganza.
Pero con el paso de los días los planes de...
Ebba se sentía nerviosa ... Apenas le quedaban cinco días para su boda con Hermann.
¿Cómo podía casarse con un hombre al que no amaba ? ...
Sólo había una respuesta, la desesperación por salir del encierro al que la tenía sometida Dieter Baumann. De Kaufmann no había vuelto a saber nada , ni siquiera sabía si estaba vivo. Agradeció no contarle al que hasta entonces llamaba "papá" la verdad sobre su chófer, si este hubiera sabido dicha verdad , le hubiera matado sin piedad. Pero Ebba no podía olvidarle, se había enamorado como cualquier otra mujer, había encontrado al hombre que admiraba sus cualidades , un hombre valiente y con honor que había sido capaz de arriesgar su vida por salvar a los que consideraba su verdadera familia. Se maldijo tantas veces...
Sintió no haber sido sincera con él sobre sus sentimientos aquella mañana en aquel rincón tan preciado del jardín . Kaufmann había sido relevado de su puesto por orden de Baumann , pero estaba segura que Hermann había tenido que ver en tal decisión. Hermann se convertiría en su esposo apenas en pocos días y en el padre de sus hijos. Tan sólo pensarlo se estremecía, era inútil , jamás volvería a amarle como lo hizo en su día. Descubrir quién era en realidad le había hecho despreciarle como a todos esos oficiales que rodeaban a "su padre", pero la realidad era que estaba sola, sola para enfrentarse a la verdad irremediable ... esa indeseada boda.
Tras unos golpes de nudillos en la puerta de su habitación...
_¡Buenos días Srta Baumann! ¿Se encuentra usted hoy más animada?- Preguntó el ama de llaves .
_Minna...¿Cómo puedo estar animada ante esta próxima y absurda boda? Tú mejor que nadie sabes que no deseo casarme con el egocéntrico de Hermann. ¡Dios mío! ! ¡Ayúdame te lo ruego!- Imploró a Dios sollozando.
_¡Por favor niña! Se lo ruego, no se atormente más. ¡Va usted a enfermar! .- Le decía sosteniéndola por sus hombros.
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_Yo...¡No le amo! ¡No quiero compartir el resto de mis días junto a él! Eso será un infierno para mi , él no es la persona que yo creí que era una vez.- Clamaba con desasosiego.
_No sé como puedo yo ayudarla mi niña , desearía saber como poder hacerlo. Aún así debo dar gracias a que ese hombre no me ha echado de esta casa por enfrentarme a él. Pero dígame ... niña ¿Sigue usted pensando en ese chófer ...verdad?- Cuestionó levantando el rostro de la joven.
_Minna yo... no puedo olvidarle, me puede la incertidumbre de no saber de él. Nunca conocí a un hombre tan valiente y capaz de enfrentarse a todo. ¡Fui una completa estúpida! Yo debí haberle dicho la verdad, que me había enamorado también de él y del propio misterio que le envolvía. Un hombre con el cual me sentía protegida y entendía mis necesidades . Me enamoré de cosas simples que anhelaba en Hermann. Tan simples como sus miradas robadas por el retrovisor del auto de camino a Múnich ,la forma tan delicada y sutil de acariciar las flores en el jardín , haciéndole un ser delicado y a la vez valiente. Simples cosas que para mi eran valiosas y me hacían volver a sentirme viva y que le importaba a alguien de verdad. ¿Crees que puedo olvidar lo que me ha hecho sentir en estos meses en los que yo me sentía sola? Sencillamente no puedo Minna.- Le contaba observando a través de la ventana de su habitación.
