La Hija del General y el Chófer

Cap.28 Una Flor entre Espinas

Kerem y el resto de soldados alemanes acompañaban al General Baumann en el largo trayecto hasta la ciudad alemana de Múnich.

Este mientras conducía en el gran auto nazi , pensaba en su propia suerte.
Esa suerte que le había brindado la oportunidad de encontrarse con el General de la SS y ahora ocupar un lugar en su unidad. Pensó en como el destino podía ser tan mezquino...
Por un lado el destino había arrancado a su familia de su lado sin contemplaciones y por otra parte ese cruel destino le había puesto a Baumann en sus manos.
Baumann... uno de los Generales más importantes del Führer, el que deportaba a los judíos a los varios campos de trabajo forzado y exterminio que se encontraban repletos de presos que agonizaban en sus instalaciones. Presos que eran privados de su libertad y donde su vida se agotaba por momentos y donde sobrevivir era todo un reto en las condiciones en las que malvivían.

Todo le parecía una situación extraña y a la vez él mismo se sentía como un extraño. Un hombre joven con sangre alemana pero criado con las creencias judías , una cruel paradoja del destino...
Los soldados con los que ahora se codeaba , estaban entrenados y mentalizados para matar sin remordimientos. Derramaban la sangre de su contrincante como si derramaran un simple vaso de vino , sin consideración alguna.

Y... ahí estaba él junto a los siervos del mal y del dolor . Ahora era uno más de ellos y así debía continuar para llegar a ejecutar su anhelado plan...
Tras llegar al centro de Múnich después de ocho horas intensas de camino, el General se dirigió a la comandancia situada en una de las calles de la ciudad alemana. El resto de soldados detuvieron sus autos militares y las motocicletas con Sidecar que llevaban junto a las viejas dependencias,esperando hasta nueva orden .

_Volker...¡Espere unos minutos!-
Dijo Baumann bajando del auto , y llevando consigo los mapas enrollados que había traído consigo desde las dependencias
en Varsovia.  Allí le esperaban algunos de sus oficiales al mando, uno de estos salió del interior de la comandancia y dio la orden para que los soldados dejaran sus vehículos estacionados y aguardaran fuera de estos hasta nueva orden. Kerem bajó del auto y esperó como el resto, desde allí podía observar  con sigilo los continuos movimientos de estos. Nunca había estado en Múnich, era una gran ciudad pero como toda ciudad en los últimos tiempos, rodeada de soldados y vehículos militares que enturbiaban la belleza de esta , que empezaba a verse destruida por la guerra.Últimamente en la radio se escuchaba que el ejército alemán avanzaba sus tropas sin contemplaciones, ganando todas las contiendas por donde pasaba. El Gueto se había revelado ya en alguna ocasión perdiendo toda esperanza de vencer a los nazis. Pensó en su amigo Amir y en la Resistencia , no en vano habían estado preparándose durante largo tiempo para enfrentarse al ejército alemán. Kerem siempre pensó en su interior , que luchar contra estos sería entregarse a la muerte , pues nunca tuvo la esperanza de que el plan de Amir de hacerse con el Gueto y derruir el muro que separaba Varsovia fuera a tener éxito. Eran miles de soldados contra unos pobres partisanos con el mínimo de armamento pero aún así , Kerem decidió apoyarles e intervenir y ahora él desde Múnich debía mover ficha para poder entregar
a Baumann a la Resistencia.
Mientras pensaba en todas las ideas de Amir y en su propio plan, Baumann salió de su despacho en la comandancia . Este subió al asiento trasero del elegante automóvil conducido por Volker. Este a su vez sacó su mano por la ventanilla del auto y le indicó a Kerem que le siguiera. Este hizo caso al chófer del General. Kerem estaba inquieto sin saber a donde se dirigían , todo parecía ser un misterio...