Novela Concluida
Kerem Rabinowitz ...
Un apuesto joven que vivía como un judío polaco más y Ebba Baumann , la joven hija de un General de la SS...
Cruzarán sus caminos víctimas del odio y de la venganza.
Pero con el paso de los días los planes de...
Kadisha sabía lo que allí podía suponer encontrarse a esas horas fuera de su barracón. Podía ser golpeada e incluso ser la diversión por un rato de aquellos malditos soldados que se creían invencibles ante los ojos de los infelices presos que merodeaban por el campo de exterminio. Sin embargo era ya demasiado tarde, había sido descubierta por uno de los soldados que controlaban la seguridad de aquel recóndito lugar . Kadisha sabía que ahora debería atenerse a las fatídicas consecuencias...
Por otro lado Kerem tras escuchar el llanto desesperado de una de las mujeres, decidió acercarse sin levantar sospechas. Cuando se encontró cerca de ella, allí en la oscuridad de la noche , pudo apreciar la silueta de una mujer que se hallaba sentada en un rincón e intentaba levantarse al verse sorprendida por su presencia...
_Was machst du hier drauben? (¿Qué hace aquí fuera?) Ceh zurüch zu dei ner bar mit! (¡Vuelva a su barracón !). Dijo Kerem desde escasos metros, sabiendo que debía comportarse como un soldado más, sin que sus remordimientos le dominaran . Aun así Kerem siempre evitaría utilizar la violencia ante su pueblo. Ese pueblo judío que sufría las consecuencias de una absurda guerra propiciada por las ideas de un dictador antisemita.
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La joven Kadisha tras ponerse en pie sobre su debilitado cuerpo, fue acercándose con temor al extraño que le ordenaba volver a su recinto . Cuando estuvo a su altura se atrevió a decirle con desafío y sin importarle ya nada.
_Ich habe keine angst mehr! (¡No siento ya miedo!) Ihre schläge tun nich mehr weh! (¡Ya no duelen sus golpes!). Replicó la joven judía sin pensar en las consecuencias.
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Pero... aquella voz temblorosa le pareció conocida al joven chófer. Al pasar por su lado este la agarró del brazo fuertemente y la llevó donde la luz del campo aún alumbraba con intensidad...
_¡Dios mío...Kadisha! Yo ... no puedo creerlo .- Dijo este sin poder abrazarla para no levantar sospechas ante los soldados que se encontraban en la torre de control iluminando el campo a golpe de foco.
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