Cap.82 La Larga Espera

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La muerte de Dieter Baumann y la desaparición de Hermann Vetter había sido toda una sorpresa para Minna y el resto del servicio...

_Sra Günther... me parece todo tan extraño ¿No piensa usted lo
mismo?. El Sr Baumann siempre fue un hombre muy suspicaz y por ese motivo, era un hombre que le gustaba sentirse protegido por los que le rodeaban . ¡Me parece mentira que se haya marchado de este mundo!-
Exclamó Heidi extrañada.

_¡Ese pobre diablo ya no podrá hacer más daño! Siento decirlo pero... yo no siento ningún remordimiento por su muerte.
Era un ser cruel y carente de sentimientos, trató a la pobre señorita como a una extraña en su propia casa. ¡ Y que decir de Hermann Vetter! Otro demonio cortado del mismo patrón que nunca quiso a esa pobre niña. Estoy convencida de que sólo buscaba forjarse un futuro en el Reich , pegado a los pantalones del General..-
Dijo convencida y haciendo una mueca. El cuerpo del joven teniente había aparecido entre unos escombros en Múnich, mientras los soldados peinaban la zona. Münch era consciente del hallazgo de su cuerpo, una carga que viviría con él para el resto de sus días . Sin embargo prevalecía su palabra ante todo y el amor por su amada judía. Su vida era tan valiosa para él, como él mismo aire que respiraba. Cuando la vio junto a Hermann Vetter , temió por su débil vida, no había llegado hasta allí junto a los Rabinowitz para que Vetter, otro nazi enfermo como Krämer , acabara con su existencia. Cuando este apuntó a Kaufmann con su arma , un hombre que le había demostrado sus valores como el honor y la gran valentía con la que se había enfrentado al régimen nazi, no dudó en apretar el gatillo  de su Luger P08.

 Cuando este apuntó a Kaufmann con su arma , un hombre que le había demostrado sus valores como el honor y la gran valentía con la que se había enfrentado al régimen nazi, no dudó en apretar el gatillo  de su Luger P08

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En realidad para todos había sido un final inesperado el del General, él que siempre se había lucrado de pertenecer al Tercer Reich , y alardear de su máxima protección. A pesar de ello, habían acabado con su vida fácilmente y con sigilo...

_En fin ... Sra Günther...
Me marcho ya hacia Murten, espero que les vaya todo bien . Con esta guerra nunca se sabe donde terminará uno. Jamás creí que dejaría Múnich, sin embargo vuelvo a mi hogar, donde nací. Allí todavía me queda familia si la guerra no ha hecho mella en el pueblo. ¿Se ...quedarán en esta casa o...se marcharán a otra parte?-
Preguntó el viejo metiendo sus pocas pertenencias en el auto.
Minna respondió mientras miraba a la nada , un tanto pensativa y preocupada a la vez.

_En realidad ... lo mejor es marcharse. Esta casa ahora sin protección es peligroso  seguir en ella. Como todos sabemos los civiles que forman la Resistencia, rondan por los alrededores. Somos dos mujeres solas en esta casa inmensa , sin ningún hombre que vele por nuestra seguridad.
¡Lo más seguro es irse de aquí!-
Añadió con un suspiro alentador.

_¿Y la señorita? ¿Cree que puede volver en algún momento?-
Cuestionó la joven sirvienta un tanto preocupada. Tanto Norbert como ella esperaban la respuesta de la Sra Günther.

_La Srta Baumann, no regresará jamás a esta casa. Estoy segura que emprenderá una nueva vida en otro lugar y junto a su amor... Kaufmann.-
Enunció ante la mirada de sorpresa de ambos criados. Ni Heidi ni el despistado de Norbert conocían sobre el reencuentro de ambos. Norbert siempre apostó que la señorita acabaría con el joven chófer , sin embargo no sabía que Kaufmann había regresado en busca de la joven.
Heidi tampoco tenía constancia de ese detalle, puesto que Minna, nunca le hizo mención de ello.

La Hija del General y el  ChóferWhere stories live. Discover now