Novela Concluida
Kerem Rabinowitz ...
Un apuesto joven que vivía como un judío polaco más y Ebba Baumann , la joven hija de un General de la SS...
Cruzarán sus caminos víctimas del odio y de la venganza.
Pero con el paso de los días los planes de...
Habían pasado algunas semanas desde que el Teniente Münch , había regresado junto a su soldado de confianza al campo de Auschwitz en Cracovia (Polonia). Debía volver a Múnich cuanto antes para llevar a la familia judía a las cercanías de la frontera Suiza .Allí sería la última vez que vería a su amada Kadisha. La joven judía que le había robado el corazón tan sólo verla. Kadisha , una mujer con unas creencias y que en un principio le llegó a odiar como al resto de soldados del ejército alemán. Sin embargo ambos , habían dejado a un lado, todas sus diferencias y juntos se habían entregado al amor en tiempos de una guerra cruel y despiadada. A Münch le dolía el corazón de pensar en su amada.Kadisha no se desvanecía de sus continuos pensamientos. Pero la realidad era evidente , ella se marcharía , dejándole nadando en un océano de melancolía. Había llegado el momento de que los Rabinowitz, saborearan el verdadero sabor de la libertad...
_¡Buenos días Käiser! Viajaré hoy a Múnich . Tengo unos asuntos que resolver , en realidad...debo zanjar ciertos proyectos que el General Baumann pretendía llevar a cabo. Será hasta que llegue su relevo.- Añadió este frente al oficial que estaba observando a través de la ventana de su pequeño despacho.
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_Entiendo....la muerte del General ha sido todo un misterio. Su cuerpo apareció abandonado entre la maleza , en el término de Múnich. Y... ¡Que decir del Teniente Vetter! Su cuerpo no ha aparecido , ni siquiera sabemos si sigue con vida ... ¡Es todo un misterio! .En fin... estamos en guerra y no se debe descartar cualquier hipótesis . -
_¡Así es ...Käiser! La muerte acecha en cualquier parte.- Respondió carraspeando. Münch vivía con el recuerdo de la muerte de Hermann Vetter , no podía olvidar aquellos ojos desafiantes que se volvieron de sorpresa y miedo ante él en unos segundos. Pero prevalecía el honor y su palabra, la palabra que le dio a la familia Rabinowitz ...su libertad. Al igual que las promesas hechas a su hermosa judía, en las que prometía amarla y velar por ella sin saber si sobreviviría a esta guerra que parecía no tener fin. Kadisha le había entregado su cuerpo y su corazón aquella noche , en aquella habitación que olía a perfumes de mujer y donde todo respiraba aroma a lujuria . Le hizo el amor por primera vez y ya nunca podría olvidar su cuerpo delicado y castigado por el dolor. La imagen dulce de su rostro y a la vez lleno de pasión , no podía arrancarla de sus pensamientos. Ella estaría ahora siempre en su mente y él en la incertidumbre de si volvería a verla. Recordó todo lo que se dijeron aquella madrugada antes de partir y todavía en su lecho...
_Kadisha ... pase lo que pase seguiré amándote en mis recuerdos. Ambos sabemos que estamos en medio de esta guerra sin razón y tampoco sabemos cual es nuestro destino después de ella. Esta guerra nos ha unido pero también nos separa. Yo quiero lo mejor para ti y que puedas ser feliz . En realidad ... no se cuando volveremos a vernos después de que os deje en las cercanías de Suiza ... ¿Comprendes? Para mi es doloroso verte partir . Tú me has hecho terminar de aclarar mis dudas . Yo no quiero seguir siendo un soldado, quiero ser algo más que eso. Necesito sentir que importo a alguien, que tras la puerta de un hogar, me espera mi esposa, una familia. Yo ... tan sólo quiero ser un hombre más, un hombre humilde que regresa a un hogar tras su jornada de trabajo. No anhelo nada más ... ¡Es tan... simple!. En cambio... no puedo escapar de la celda en la que estoy encerrado. ¡No por ahora! Soy un Oficial del Reich , un siervo del Führer y ni siquiera se si podré sobrevivir. Kadisha ...amor mío ¿Entiendes lo que quiero decirte?... Son tiempos difíciles que juegan en nuestra contra , tiempos en los que el futuro, es incierto . Tal vez...si nos hubiéramos conocido unos años antes , tú no hubieras sido mi prisionera ni yo... Yo no hubiera sido tu carcelero, algo que no podré olvidar.
