Cap.12 La Alternativa

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Ebba después de colgar el teléfono a Hermann, esta no quiso resignarse a perder sus clases de piano . Debía salir hacia el centro de Múnich a cualquier precio, y una descabellada idea se le pasó por su linda cabeza , fue a la cocina donde preparó una jarra de café caliente y cogió dos tazas esmaltadas, salió fuera de la casa y se dirigió al jardín donde Norbert como cada día se dedicaba a la variedad de flores y plantas que lo componían. Miró atrás y se percató que la Sra Günther ...el ama de llaves la observaba. Decidió sentarse en uno de los bancos del jardín y abrir uno de sus numerosos libros ...libros que aguardaban en las estanterías de la biblioteca que tenía la casa , y que escogió antes de ir a la cocina. Hizo el ademán de estar leyendo para entretener a Minna , y una vez esta se retiró de la ventana , decidió tomar rumbo hacia la gran puerta de verja que estaba al final del jardín ...

 Hizo el ademán de estar leyendo para entretener a Minna , y una vez esta se retiró de la ventana , decidió tomar rumbo hacia la gran puerta de verja que estaba al final del jardín

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Y donde los soldados Otto y Luther hacían su guardia como cada día desde hacía unos meses. Se acercó a ellos con la excusa de llevarles café....

_¡Buenos días! ...
¿Les apetece un poco de café caliente? Es lo mínimo que puedo hacer después de las horas que pasan aquí controlando esta casa.-
Dijo Ebba con una sonrisa.

_¡Vaya ! ¡Muchas gracias Srta Baumann! Nos será de gran ayuda para permanecer despiertos.-
Contestó Otto tras el saludo pertinente. Entonces este agarró la  jarra  humeante y el par de tazas.

_¡Gracias señorita! -Exclamó Luther inclinando su cabeza a modo de saludo

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_¡Gracias señorita! -
Exclamó Luther inclinando su cabeza a modo de saludo.

_¿Algún partisano perdido por estas cercanías? -
Formuló la pregunta mirando a su alrededor.

_Verá Srta Baumann... parece estar todo tranquilo pero... el enemigo puede acechar en cualquier momento.-
Decía este tomando de su taza.
Luther intervino...

_¡Hay que estar siempre alerta!. Esos malditos civiles aparecen de la nada pero...
Si quieren probar la munición de mi fusil sólo tienen que salir como los conejos de sus madrigueras.-
Rió este haciendo alarde del fusil que prendía de su cuerpo.

Ebba le miró con desagrado , sabía que Luther no era como Otto

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Ebba le miró con desagrado , sabía que Luther no era como Otto . Este se tomaba muy en serio ser un soldado de la SS, era muy distinto en ese sentido a su compañero que también sabía cumplir con su deber pero ... un deber que se le había impuesto desde que era un niño para seguir con la tradición familiar en la que eran pertenecientes al ejército alemán y a su causa. Luther amaba el nazismo , así como disparar su arma, disfrutaba contando detalles de sus enfrentamientos con los civiles renegados que formaban la Resistencia y el profundo odio que sentía por el pueblo judío.
A Ebba le producía tanta animadversión escucharle hablar, como rechazo mirarle a los ojos sedientos de sangre , además de ese fanatismo que demostraba constantemente.
Decidió preguntarle a Otto directamente...

_Otto...
¿Cree usted que podría coger su auto militar y acercarme al centro de Múnich? Verá ... yo necesito tomar mis clases de piano y...el General hoy no puede prescindir de su chófer.-
Preguntó esta con una sutil sonrisa. Luther observaba a Otto esperando a que se negara a tal ofrecimiento.

_Srta Baumann...
No debo dejar mi puesto ni al
soldado Luther solo. Esto podría traerme serios problemas si se entera el General.-
Respondió temeroso ante tal proposición.

_Por eso no se preocupe , yo respondo por usted si fuera necesario , estoy segura que el General le agradecerá a usted este detalle , además del cumplimiento del deber que hace usted aquí todos los días . Será algo más de una hora lo que se ausentará , únicamente debe llevarme y esperar a que yo termine para traerme de regreso.-
Le explicaba sin borrar la sonrisa de sus bonitos labios.

_¡Muy bien Srta Baumann! ...
Si dice que el General está de acuerdo...entonces no hay inconveniente.-
Respondió Otto con una sonrisa.

_¡Perfecto! Le avisaré en unas horas.-
Ebba saludó y se despidió de estos . Caminó de nuevo por el paraje que separaba a los soldados de su casa...

_Otto ...es que  ¿Te has vuelto loco? ¡No debes dejar tu puesto bajo ningún concepto!...
¡Pueden arrestarte si se enteran!.¡Deberías negarte aunque sea la hija del General! Ya que ... no sabemos si lo que ha dicho es cierto.-
Sugirió Luther ofuscado.

_¡Awww!...Luther...
¡Cállate! Tan sólo será una hora.
Esa muchacha se pasa el día en esa casa , necesita que le presten ayuda de vez en cuando...
¡No seas aguafiestas!.-
Denotó este quitándole hierro al asunto.  Otto sabía del gran riesgo que corría si se ausentaba de su puesto pero ...la tristeza y soledad que envolvía a la Srta Baumann le parecía un acto de crueldad por parte del General . Ebba le parecía que  era un ser maravilloso , era un ángel que revoloteaba perdido en las cuatro paredes de esa fría casa...

_¡Está bien Otto ! ¡Haz lo que quieras! Pero... no creas que ser amable con ella te servirá de algo.-
Luther le señalaba con el dedo acusador y totalmente enervado.

_¿A qué te refieres Luther? No
estarás pensando que yo...
Luther no le dejó terminar.

_¡Estás detrás de la hija del General! ¡Quítate esa muchacha de tu cabeza Otto! ¡Estás poniendo en peligro tu carrera como soldado!-
Dijo este alterado.

_¡Luther! ¿Qué estás diciendo?... Tú  ¿Te has vuelto loco?. La Srta Baumann merece todo mi
respeto ¡Ella está prometida ! ¿No lo recuerdas? ¡No vuelvas a decir estupideces Luther Jansen! ¡Ese maldito casco que llevas empieza a comprimir tu escaso cerebro!-
Replicó Otto enervado y frente a su compañero.

Ebba pensó que si su padre se enteraba que el soldado al mando había abandonado su puesto para llevarla a la ciudad , podía ser arrestado por incumplimiento del deber , pero ella daría la cara por él , diciendo que le coaccionó bajo una orden . De algo debía valer ser la hija del gran Dieter Baumann pensó...
Tras llegar a la casa , Minna la esperaba para almorzar...

_Srta Baumann...
¿Dónde se encontraba usted? He salido a buscarla por el jardín y usted no estaba.-
Con cara de enfado le preguntó mientras se acercaba a ella.

_Pues yo ... es decir... en verdad Minna ¡Salí fuera del jardín!. Me pareció un gesto noble por mi parte llevarles algo de café a los soldados que aguardan fuera.-
Dijo intentando ser firme y dejar de titubear.

_¿Qué ha hecho qué? Pero...
¡Srta Baumann va usted a acabar con mi paciencia! ¿No sabe que es peligroso asomarse ahí fuera? Si le ocurre algo muchacha ...
¡Su padre no se lo tomará nada bien! Se lo ruego jovencita...
¡Deje de ser tan entrometida y caprichosa.-
Refunfuñó esta cogiéndola por los hombros intentando hacerla entender.

_Lo siento ... no quería preocuparte pero... era necesario puesto que hoy me llevará uno de los soldados a Múnich .
No quiero perder mis clases mientras aún esté la escuela abierta , esta no tardará en cerrar pues la Srta Dietrich no quiere correr riesgos ante todo lo que está sucediendo.-

_¿Cómo? ¡No puede ir a Múnich con un simple soldado ! Ellos no están acostumbrados a circular como Volker ... el chófer de su padre.-
Le dijo sin más esperando hacerla recapacitar.

_Minna ... nadie me va a impedir que vaya a mis clases y tú ... tú no le dirás nada al General , ya soy mayorcita  ¿Comprendes? Y ahora si me disculpas voy a almorzar , saldré en un par de horas.-
Espetó Ebba con decisión ante la mirada de la Sra Günther que estaba boquiabierta ante tal comportamiento. Estaba claro que Ebba ya sabía tomar sus propias decisiones y si su padre no le facilitaba las cosas , ella misma lo haría con  o  sin su permiso...

La Hija del General y el  ChóferWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu