Cap. 94 Promesa Rota

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Münch después de recuperarse un tiempo en el hospital de Múnich, este visitó a su buen amigo Thomas Lehmann. Este había sido su soldado cabo durante el tiempo que estuvo dirigiendo el campo infernal de Auschwitz. Un amigo fiel , que siempre estuvo a su lado en los tiempos difíciles. Para él, era el hermano que nunca tuvo y juntos habían pasado los peores momentos de sus vidas. Ahora después de la guerra, Münch le visitaba de vez en cuando a su casa en Suiza.

_¡Amigo... al fin estás totalmente recuperado, me alegro por ti! Siempre fuiste un hombre fuerte, en dos ocasiones escapaste de la muerte. Aquel atentado a dos kilómetros de Múnich, casi acaba con tu vida , sin embargo la suerte estuvo de tu parte. Así como con esa pulmonía tan grave que parecía no querer remitir y que cogiste en Auschwitz ,a causa del encierro en aquella maldita celda.
¡Eres un hombre afortunado!-
Contaba mientras controlaba a sus dos hijos jugar entre los manzanos. Dos pequeños encantadores, fruto de su unión con Edit, tras ser puesto en libertad después de salir absuelto.

 Dos pequeños encantadores, fruto de su unión con Edit, tras ser puesto en libertad después de salir absuelto

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_Thomas...ambos hemos sido afortunados en esta vida. ¡Gracias a Dios se pudo demostrar nuestra inocencia y volver a ser libres!. Aún así... tu sigues siendo más afortunado que yo  ¡Mírate! ...
La mujer a la que siempre has amado, hoy está a tu lado y te ha dado dos hermosos hijos. No puedo yo decir lo mismo, a mis casi 34 años , que sigo sin tener una familia.-
Dijo con cara de resignación.

_Varick en realidad ...
¿Qué es lo que te impide ir a buscarla? Sabes a qué me refiero,
a la joven judía del campo, a la que amabas y le diste la libertad. ¡Dime Varick! ¿Por qué después de salir libre y de recuperarte en el hospital , nunca te has decidido ir a buscarla?. Ambos sabemos que morías por ella, siempre me dijiste que no podrías amar a otra mujer que no fuera ... no recuerdo su nombre.-
Se quedó pensativo mirando al horizonte, desde donde estaba sentado.

_Se llamaba...Kadisha. Un bonito nombre para una ... hermosa mujer .A pesar de que Joana fue mi primer amor, amé a Kadisha como a ninguna otra. Me volvió loco su coraje y su orgullo judío. En aquel campo fue haciéndose alguien importante y a la vez imprescindible para mí. En aquel maldito lugar era como un soplo de aire fresco. Era hermosa y valiente, al principio me fue muy difícil acercarme a ella.-
Sonrió de medio lado recordando sus desplantes.

_¡Por Dios Varick! ¡Está claro que no puedes olvidarla! ¿Me equivoco amigo mío?-
Preguntó alzando su ceja .

_¡No Thomas! No te equivocas,
yo sigo sin poder olvidarla. Mientras estuve preso en Auschwitz y muy enfermo, su recuerdo fue lo que me mantuvo con vida. No podía dejar de pensar en el aroma de su piel suave y cetrina ,aquella noche en la que se entregó a mi, en cuerpo y alma. Aquellos ojos que me lo decían todo, con sólo mirarme. Thomas yo... siento que voy a volverme loco, no puedo sacarla de mi mente.-
Münch se puso en pie y miró hacia el hermoso valle que rodeaba el hogar de la familia Lehmann. En sus pensamientos, seguía estando ella alterando su cordura. Ella aparecía en cada momento , vagando por su mente como si fuera la que le diera fuerzas para seguir con su vida rutinaria y carente de emociones.

La Hija del General y el  ChóferWhere stories live. Discover now