Novela Concluida
Kerem Rabinowitz ...
Un apuesto joven que vivía como un judío polaco más y Ebba Baumann , la joven hija de un General de la SS...
Cruzarán sus caminos víctimas del odio y de la venganza.
Pero con el paso de los días los planes de...
Después de tres días en Múnich , el oficial Münch iba de camino de nuevo a Auschwitz, este había viajado sin la compañía del Oficial Krämer después de el altercado en el burdel de Marlene. Este aprovechando que Münch no estaba en el campo decidió ir a ver a la joven judía Kadisha al lúgubre barracón que ocupaba.
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Kadisha estaba echada sobre su lecho pensando en su padre y en su hermano puesto que hacía días que no les veía y estaba muy preocupada. Krämer abrió la puerta del barracón de Kadisha repentinamente ,haciendo alarde de su poder como oficial. Algunas de las prisioneras se abrazaron con temor, esperando cualquier cosa por parte de este. El oficial fue caminando despacio con el ruido característico de sus botas, hasta detenerse frente al lecho de la joven judía...
_¡Tú judía levanta! ¡Ven aquí y sígueme! - Gritó este señalándola y con el ceño fruncido como siempre. Kadisha se levantó ante los murmullos del resto de mujeres que ocupaban el sucio recinto y con cierto desconcierto al no saber que podía ocurrir... Mientras Münch hacía su llegada a Cracovia junto a su chófer.
Krämer sacó a Kadisha del recinto a empujones y la condujo hasta la enfermería. Esta caminaba despacio delante de él y asustada sin saber que ocurría en realidad, su cuerpo temblaba sin poder evitarlo, sabía como era ese oficial con los presos , y ella ya había probado su furia. Mientras Edit iba de camino a la cocina cuando los vio entrar en la enfermería y se quedó extrañada al ver la cara de temor de Kadisha...
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_¡Está bien judía! ¡Ahora vas a darme lo que le das a tu oficial! - Soltó este empujándola contra una de las paredes blancas y frías de la enfermería .
_¡No sé a qué se refiere! ¡Por favor ! ¡Deje que me marche a mi barracón ! .- Gritó asustada , intentando salir mientras Krämer se lo impedía, entorpeciéndole el paso.
_¡Lo sabes muy bien sucia judía! Veo como él te mira y no lo hace como a una presa mugrienta y sucia. ¡Lo hace como un hombre que desea a una mujer!- Dijo intentando tocarla bajo la ropa. Kadisha luchaba con fuerza por separar su cuerpo del suyo. ¡Vas a darme lo mismo que le das a él zorra!- Exclamó furioso golpeando su rostro.
