Novela Concluida
Kerem Rabinowitz ...
Un apuesto joven que vivía como un judío polaco más y Ebba Baumann , la joven hija de un General de la SS...
Cruzarán sus caminos víctimas del odio y de la venganza.
Pero con el paso de los días los planes de...
Abraham y Ada esperaban el regreso de su hijo Kerem temerosos , sentados frente a la mesa del salón en la oscuridad de la noche , estos rezaban en silencio para que este regresara a salvo. Las calles del Gueto eran peligrosas y en la noche los soldados de la SS custodiaban estas con el ansia de capturar a más judíos para su satisfacción. Kerem por otro lado , esa noche tuvo la suerte a su favor , ya que de regreso a su casa tras salir de la vivienda de Amir , hizo su camino sin ser sorprendido por ningún soldado alemán con sed de venganza. Tras unos minutos deambulando con sigilo por las calles ruinosas del Gueto ,llegó hasta el portal del viejo edificio donde estaba su hogar... su cobijo , su amparo o el consuelo de saberse a salvo.
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Allí en el mismo portal de la vieja escalera , este se derrumbó víctima del pánico , sus piernas flaqueaban a causa del pavor vívido esa noche, el sudor de su frente caía sutilmente por sus sienes , respiraba jocoso así que intentó sosegarse unos minutos y tras envalentonarse , decidió subir hasta el viejo apartamento de la calle Dawna.
Los padres de este al escuchar el ruido de la vieja cerradura, se levantaron de sus asientos con sorpresa y se dirigieron hasta la puerta sin hacer ruido... Kerem cuando abrió la puerta se encontró con el rostro paralizado de sus padres a causa del miedo . Unos rostros iluminados únicamente por la penumbra de la noche...
_Kerem hijo... ¡Gracias a Dios que regresas sano y salvo! - Exclamó su padre con un abrazo. Su madre se abrazó a él entre lágrimas.
_¡Estoy bien ! Quédense tranquilos...todo ha ido bien. Mire madre...para que pueda tener en su cocina algo más que simples patatas.- Dijo este sacando el dinero de su bolsillo.
_¿80 zlotys ? ¡Kerem hijo!... ¡Qué Dios te bendiga! - Exclamó su madre sonriente mientras algunas lágrimas recorrían sus pálidas mejillas, unas mejillas que en un tiempo fueron delicadamente rosadas y no demostraban ápice de enfermedad alguna.
_ Kerem... hijo te agradezco el esfuerzo que has hecho esta noche pero... tu vida es el riesgo que deberás correr cada vez que salgas por estas calles , el riesgo de enfrentarte a los soldados nazis que siguen dando vueltas sin cesar esperando a cazar su presa .- Le decía este sentándose en el viejo sofá.
_Abraham ... mañana quizás puedas conseguir harina, manteca y alguna conserva.- Manifestó Ada mientras contaba el dinero.
_Ada en realidad... ¿Crees qué con 80 zlotys vas a poder llenar la despensa?... Mañana intentaré vender el viejo reloj de plata mi padre , ya que es lo único que me queda de valor, hasta ahora no he tenido el coraje de desprenderme de él pero necesitamos reunir dinero. Espero que mi padre pueda perdonarme algún día , este viejo reloj significaba mucho para él , le tenía mucho cariño.- Murmuró este observando la pieza de fina plata entre sus dedos. Kerem observó como los ojos de su padre se llenaban de lágrimas. Ese reloj significaba mucho para Abraham , era el vínculo que le quedaba de su padre , antes de que este muriera hacía ya unos años...
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_Padre ... no será necesario que se desprenda del reloj de mi abuelo, yo regresaré dentro de tres noches e intentaré traer algunos Zlotys más .- Enunció Kerem viendo como su padre se ofuscaba al escucharle.
_¡Escucha hijo! ... ¿Cómo crees que puede sentirse un padre cuando sabe que su hijo se juega la vida en estas calles?...¡No quiero que sigas exponiéndote ahí fuera!. Venderemos algún mueble , incluso este viejo piano que ya ni siquiera tú o Kadisha tocáis y quizás alguien esté interesado en mis trajes , estos están nuevos y ahora todos necesitamos de cualquier cosa.- Explicaba su padre acariciando su espesa barba blancuzca.
_Kerem... tu padre tiene razón , es peligroso que regreses a ese lugar, si te cogen los soldados estarás perdido. ¡No queremos que te suceda nada hijo! ¿Comprendes? . Debemos seguir unidos... sólo así estaremos a salvo.- Ada sostenía el rostro de Kerem con cariño como si aún fuera un niño.
_Madre... no cambiaré de idea , no pienso quedarme de brazos cruzados mientras nos morimos de hambre y nos consumimos aquí encerrados, prefiero ser útil aunque para eso arriesgue mi vida , al fin y al cabo moriremos de todas formas .- Suspiró este pensativo.
_¡No hables así ! ¡No va a morir nadie en esta familia! ¿Me oyes?- Le reprendió su madre intentando sostener las lágrimas en sus ojos.
_¡Perdóneme madre! Pero... ¡Ya estoy harto de esta miseria! , apenas ... nos queda nada. Dentro de tres noches me esperan en la calle Prozna y...allí estaré.- Afirmó Kerem echando su flequillo rubio hacia a un lado.
_Está bien...eres ya un hombre y no podemos retenerte .- Dijo Abraham haciendo un leve suspiro .
_No padre , no pueden yo ... ya sé valerme por mi mismo .- Refunfuñó este dirigiéndose a su pequeña habitación donde su hermano pequeño Dorian , dormía plácidamente ajeno a lo que sucedía en el salón.
Kerem desde muy joven había tenido suerte en los empleos . Este era un chico muy bien parecido y educado , daba la sensación de ser un muchacho que entendía de cualquier cosa gracias a su labia, y cuando se presentó por primera vez en la conocida fábrica de zapatos del Sr Kowalski con apenas 21 años este no dudó en darle un puesto en su negocio.
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Allí estuvo ocho años de su vida aprendiendo el oficio hasta que la guerra hizo mella en todos los empleos de Varsovia . El Sr Kowalski también cerró la vieja fábrica dejando a todos sus empleados sin su sueldo. El taller de vehículos donde Kerem se empleaba algunas tardes , no corrió mejor suerte ya que el edificio donde estaba situado , había sido saqueado y destruido por los nazis. Ahora Kerem se sentía atrapado al otro lado del muro , dentro de un antro llamado Gueto , con la impotencia de no poder hacer nada al respecto.
Kerem pensativo , estaba sobre su cama sin poder dormir a causa de la tensión que había vivido en la noche y pensó en la oferta de Amir...
Y...¿Por qué no unirse a la Resistencia judía e intentar defender lo poco que les quedaba? ...
Quizás...lo único que aún no les habían arrebatado el ejército alemán todavía era la vida... La vida que todavía algunos judíos podían mantener pero... ¿A qué precio? ... Un precio que cada vez era más alto.
