Cap.39 Aproximación

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Kerem sabía que no debía
rebasar el límite pero...no iba a dejar que una señorita insolente intentara humillarle a pesar de ser la hija de un alto mando del ejército. Poco le importaba que fuera la hija del gran General Baumann. Kerem había venido dispuesto a cobrarse su venganza y este sólo sentía que sus ansias de dañar a Baumann crecían por momentos. Las intenciones de Kerem eran de entregar al
General Baumann y a su preciosa hija a la Resistencia. Pensaba en su familia, ellos no habían tenido la oportunidad de escapar, ahora estarían sufriendo los horrores que se vivían en aquellos campos de exterminio por el simple hecho de ser tan sólo unos polacos que amaban y practicaban el tan odiado judaísmo. Ahora se iba acercando el momento de la anhelada venganza , Baumann y su bella hija Ebba conocerían la humillación y el dolor.  Kerem salió de su habitación y de sus oscuros pensamientos cuando Ebba hizo acto de presencia ante él...

_Sr Kaufmann...vamos a viajar ,
salimos para el centro de Múnich en unos minutos. Espero que... usted esté listo. Hoy será su primera salida como mi chófer
y lo cierto es que ...yo no desearía llegar tarde a mis clases pues... para mi acudir a ellas es de vital importancia.-
Dijo con cierta soberbia .

_Estoy listo Srta Baumann...
puede estar usted tranquila , llegaremos a sus clases a tiempo-
Le respondió este asintiendo con su cabeza y aguantando la prepotencia de la hermosa joven.

puede estar usted tranquila , llegaremos a sus clases a tiempo-Le respondió este asintiendo con su cabeza y aguantando la prepotencia de la hermosa joven

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Ambos subieron al vehículo, este estaba pulcro y olía al perfume masculino de Kerem y Ebba sintió que este la envolvía en todos sus sentidos...
El coche salió de la propiedad y tomó rumbo por el viejo camino del bosque. Ambos iban en un silencio sepulcral, Kerem de vez en cuando la observaba por el retrovisor cromado del auto, la joven miraba su reloj de pulsera ansiosa y a la vez inquieta. Ese reloj que le recordaba a Hermann cada vez que lo miraba. Su prometido le gustaba hacerle regalos continuamente para paliar sus ausencias a causa de su preparación en el ejército.

 Su prometido le gustaba hacerle regalos continuamente para paliar sus ausencias a causa de su preparación en el ejército

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_Señorita ... debería calmarse, llegaremos a tiempo. Conozco bien el camino. Quizás... debería confiar más en su maloliente chófer ¿No cree?-
Se atrevió a preguntarle con ironía observando la vieja carretera que se aproximaba.

La Hija del General y el  ChóferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora