La Hija del General y el Chófer

Cap.25 Los Becker

Kerem por  primera vez en mucho tiempo , estaba al otro lado del muro , aquel muro que les separaba uno de otros , donde en un lado se les trataba como si fueran escoria y donde todo estaba viejo y derruido . Mientras en el otro se preservaba aún partes de la vieja Varsovia donde todavía habitaban civiles de raza que no fuera la judía .Donde la guerra seguía pero con algunas diferencias . Allí las dramáticas escenas del Gueto parecían no existir. Si bien para todos existía la guerra , para una parte de Varsovia no era tan dura como los que estaban dentro de aquel antro donde los judíos morían de hambre y en la soledad de su encierro. Kerem decidió ir a ver a los Becker , un matrimonio alemán que vivía en Varsovia hacía bastantes años , justamente en la calle Piwna.
Conocían a los Rabinowitz de tiempos atrás , ya que Abraham había trabajado en una conocida tienda de alimentos cerca de su barrio y se forjó una bonita amistad entre ellos . Por aquel
entonces ,  10 años atrás ya era evidente que los judíos parecían molestar con su presencia a los alemanes. Les tachaban de ser los causantes de la pobreza , la falta de empleo en Alemania además de haber perdido la Primera Guerra Mundial. Pero entonces aún había relación entre judíos y alemanes puesto que no todos
los alemanes apoyaban las leyes absurdas contra el judaísmo.
Ahora se había acrecentado todo ese rechazo hacia el pueblo judío con la nueva ideología impartida por Hitler....

Kerem necesitaba un lugar donde hospedarse aquella noche y pensó en ellos por la amistad y confianza que siempre habían tenido. Los Becker tenían un hijo de veintiséis años ...Roth , este siempre había apoyado la libertad del pueblo judío y estaba en contra totalmente del nazismo y sus absurdas leyes. Kerem y él habían compartido muchos días juntos hablando de política y de las nuevas leyes impuestas antes de que Varsovia fuera dividida en dos. Tras recorrer varias calles que ya le parecían olvidadas o inexistentes en su mente , este avanzaba sus pasos entre los soldados que las controlaban . Kerem llegó hasta el viejo portal del hogar de los Becker en la calle Piwna . Subió con sigilo , esperaba que siguieran viviendo allí para su tranquilidad.  Golpeó dos veces con sus nudillos la puerta y
esperó con cautela. Se oyeron a los pocos minutos unos pasos que se entrecortaban de vez en cuando como si se detuvieran escuchar. Kerem pensó que quizás podían pensar que se tratara de la Gestapo o la SS haciendo sus impertinentes registros buscando a judíos . Se hizo un leve tiempo de espera hasta que por fin se abrió la puerta con lentitud presa del temor. Los ojos azules e inconfundibles de la Sra Becker asomaron con cautela por la pequeña apertura de la vieja puerta...

_Sra Becker ... soy yo... Kerem  Rabinowitz .-
Dijo este quitándose la
gorra en forma de barquillo que llevaba e inclinando la cabeza a modo de saludo.

_¿Kerem Rabinowitz?...
¡Oh Dios mío! ¡Pasa! -
Exclamó esta con cara de asombro y haciéndole paso.
Pero... y ¿Ese uniforme? ¡Tú eres judío Kerem! Un judío que ama la Sinagoga.-
Extrañada le decía mientras esta le acompañaba al salón.
¡Otis acércate! Ven a recibirle...
¡Mira quien ha venido a vernos! -
Espetó emocionada.

_¡Kerem! ¡Válgame Dios!...
Hijo... no sabíamos nada de vosotros. ¿Cómo está Abraham y Ada ? ¿Y tus hermanos? ...
Hemos oído que la Gestapo están deportando a los judíos a los campos de exterminio como
Treblinka y Auschwitz.-
Enunció Otis con preocupación.

_Mi familia ha sido deportada a Auschwitz. Ni siquiera sé si siguen con vida Sr Becker . Yo... vivo preso de la incertidumbre.-
Respondió Kerem sujetando 
entre sus manos su gorra.

_¡Dios mío! Cuanto lo sentimos , debe ser muy duro...tus padres siempre fueron personas buenas y amables con nosotros .Pero ...y ¿Ese uniforme? ¡Es un uniforme alemán! No ...comprendo Kerem.-
Los Becker esperaban la respuesta de este.

_Es una larga historia Sr Becker,
sólo puedo decirles que llevar este maldito uniforme es la única manera para llegar a mi familia.-
Manifestó Kerem observando sus caras de asombro.