Cap.48 La Inevitable Ruptura

173 14 6
                                    


Ebba tras bajar las escaleras , atravesó el umbral de la puerta y entró en aquel despacho que tanta repulsión le producía. Allí estaban los dos hombres más importantes de su vida y los dos hombres con quien menos compartía las mismas aficiones o preferencias .

_¡Buenas Noches querida! He pensado que debía celebrar
contigo mi...ascenso .-
Dijo siendo toda una sorpresa para todos.

_Pero Hermann...¿Cómo no me has dicho nada hasta ahora? ¡Eres una caja de sorpresas! -
Se sorprendió el General.

_Me...alegro por ti . Siempre deseaste ser alguien en el
ejército.-
Respondió ella con una sonrisa forzada.

_¡Gracias mi amor! Quería que fueras la primera en saberlo.
Espero que ... no le importe señor.-
Se dirigió a este tomando de su copa.

_¡En absoluto! Me siento dichoso de que mi hija haya encontrado a un hombre emprendedor y con grandes aspiraciones en su vida ¿No es así Ebba?-
Le preguntó a esta al ver su mutismo.

_Si ...papá , Hermann tiene un gran futuro por delante-.
Agregó a la pregunta .

Ebba se sentía perdida , no sabía como enfrentarse a ambos, por
un lado como decirle a Hermann que lo suyo no tenía ningún futuro. Este siempre amaría pertenecer al ejército aunque la maldita guerra terminase. Ella quería a su lado a un hombre que la correspondiera en todos sus ángulos , un hombre con el  que compartir todas sus ilusiones
y que juntos fueran únicamente un sólo ser, amigos ,confidentes y amantes. Con Hermann esa posibilidad había dejado de existir. El anteponía su carrera a el amor que decía sentir por ella , y Ebba no deseaba esa vida , ella quería vivir y sentir cada momento junto a su otra mitad .
En cambio su prometido pensaba en llegar a ser un alto cargo en el Reich sabiendo la implicación que ello conllevaba y el tiempo que pasaría con sus obligaciones.

Por otro lado estaba su padre ,
ese padre frío como el hielo y carente de sentimientos desde que la nueva ideología del Führer se había apoderado de él. Desde que su madre murió y él se envolvió en todo lo referente al partido , dejó de ser el mismo hombre, aunque nunca le demostró un exceso de cariño, sino más bien lo contrario pero ahora su ser despedía un exceso de frialdad como padre pero lealtad hacia su Führer. Ebba daba gracias al servicio que la trataban con respeto , cariño y la  colmaban de atenciones como si aún fuera una niña. Unas atenciones que no le daba su padre al estar más preocupado por sus obligaciones que en ser su progenitor. Este había puesto muchas esperanzas en Hermann,
siempre le vio un joven con aspiraciones en el ejército y eso
le encandiló de él.
¿Cómo podía ahora decirle que no amaba a Hermann?...
Ebba volvió en sí al escuchar a este nombrarla.

_¡Ebba! ¡Ebba cariño! ...
¿Me estás escuchando? Decía
que... vamos a salir esta noche
a cenar y a ver algún espectáculo .
¡Hoy quiero divertirme! ¡Debemos celebrar mi merecido ascenso!.-
Le dijo este cogiéndola por la  cintura y besando su mejilla.

_Hermann verás yo...
Intentó proseguir sin éxito.

_¡Vamos Ebba! ¡No le hagas esperar! Sube y ponte elegante
para tu prometido.-
Le ordenó su padre observando a la joven un tanto confusa.

Ebba subió sin poder negarse y empezó a mirar los vestidos
que colgaban en su armario.
Sin ganas saco uno de color negro brillante , era ajustado y largo haciéndola lucir su esbelta
figura.Se maquilló de tal forma que parecía una estrella , sus labiosrojos incitaban a ser besados. Se miró al espejo y vio a una mujer distinta , una mujer
que era como una marioneta que pendía de unos hilos y los demás la movían a su antojo. Se puso un chal sobre sus hombros y bajó por las escaleras sin deseo de salir con Hermann aquella noche. Una noche en la que debía ser clara con él de una vez por todas ...

La Hija del General y el  ChóferKde žijí příběhy. Začni objevovat