Cap. 90 Tu Recuerdo es mi Fuerza

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El Teniente Münch, fue llevado a una celda de castigo en plena intemperie, donde solían meter a los presos a los cuales se les castigaba sin remordimiento alguno, y a los cuales les era difícil sobrevivir en esas extremas condiciones . A decir verdad ... todo era válido para que los guardias nazis que custodiaban el campo, disfrutaran causando dolor a los judíos que se encontraban en aquel cercado. Hacía ya bastante frío en Polonia, allí los inviernos parecían ser más largos a causa de la gélida nieve, alcanzando los -30 grados. El otoño, llegaba a su fin dejando paso a ese invierno largo y crudo, haciendo todo más duro y menos llevadero. Un lugar donde vivir se hacía difícil y en cambio morir era demasiado fácil. Münch llevaba ya cuatro días encerrado, en aquel frío y oscuro lugar. Su cuerpo joven estaba preparado para soportar el dolor, este se había formado duramente para ser un soldado.

Sin embargo,ahora se encontraba totalmente desprovisto de su ropa y yacía completamente desnudo en un rincón de aquel agujero, haciéndole vulnerable al frío del invierno

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Sin embargo,ahora se encontraba totalmente desprovisto de su ropa y yacía completamente desnudo en un rincón de aquel
agujero, haciéndole vulnerable al frío del invierno. Münch temblaba a causa de las bajas temperaturas, entre aquellas cuatro diminutas paredes.El tiempo gélido se había adueñado de todo su cuerpo, convirtiéndole en un hombre débil. Apenas sentía sus extremidades, no había tomado bocado  en esos días, y sus fuerzas habían comenzado  a fallar. Sus ojos se mantenían cerrados y su cuerpo acurrucado en aquel lúgubre y frío agujero , intentaba luchar para sobrevivir. Sabía que en esas condiciones no aguantaría mucho más tiempo. Pensó en los pobres presos que tantas veces Krämer castigó de esa misma forma y que él no siempre pudo evitar, para que no sospecharan de su debilidad por los judíos. A pesar de todo lo que había callado para mantener su credibilidad intacta ante el resto de oficiales, ahora era un preso como cualquier otro. Le habían golpeado y su cuerpo se consumía poco a poco esperando la llegada de la muerte. El joven teniente, volvió en sí , tras un suspiro que parecía que le había devuelto de la misma muerte y de nuevo, la imagen de su amada judía ,volvió a su mente.
Kadisha... la hermosa judía que le había robado su corazón y por la cual moría, estaba a salvo fuera de la inmundicia que ahora a él, le rodeaba. Pensar en ella le daba fuerzas para seguir luchando, él le había prometido buscarla una vez terminara la guerra. Ahora debía resistir para cumplir su promesa.
Kadisha le esperaba y él deseaba regresar junto a ella. Debía luchar para mantenerse vivo a pesar de las circunstancias en las que ahora malvivía.

_Soldado Wolf ...¿Qué tal se encuentra Münch en la celda?
¿Sigue con ...vida? .-
Preguntó tomando de su vaso.

-Preguntó tomando de su vaso

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La Hija del General y el  ChóferWhere stories live. Discover now