Desafío #60: Resultados

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AriaCavEv

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AriaCavEv

Siempre he pensado que las cosas no pueden ser peor que cuando estás en lo más bajo, porque una vez que llegas al fondo, lo único que resta es subir.

No son sólo palabras vacías, es lo que la vida me ha enseñado.

"No más lágrimas, Rocío"

Me decía a mi misma cuatro años atrás cuando tenía doce y veía a mi madre siendo golpeada y pisoteada por mi padre.

Después de aquello, más lágrimas han sustituido a las primeras. Pero no voy a rendirme, no voy a renunciar a lo que quiero, y lo que quiero es la música.

Hoy Julliard me abre las puertas. Una oportunidad para demostrar lo que sé hacer y lo que he aprendido entre sangre sudor y lágrimas. Una oportunidad para luchar por un lugar entre los mejores.

Pero esta lucha no es con puños ni sangre, como lo hace mi padre. Esta es una lucha de armonías y cuerdas, una lucha entre musas y partituras. Y mis únicas armas son mi corazón y un violín; ese que consume con su magia toda la negrura de mi corazón y reinicia mi alma cuando todo se derrumba.

Hoy es mi momento de demostrar que el dolor no es mi enemigo, no me hace renunciar. Pues éste ha sido el cincel que ha tallado mi roca.

Caigo y me levanto, lloro y luego río. Camino paso a paso y te invoco: "Ven a mí, dolor y dame fuerza, ven que creo en tí".

No importa cuánto tenga que caer.

Aquí y ahora frente a los jueces, escuchando el silencioso vacío del teatro. Cierro mis ojos y preparo mi arco para la primera nota, para la más grande lucha...

Pues supongo que aún no he tocado del todo fondo.

***

Lightness01

La tensión se respira en el ambiente, todos se preparan para la batalla tomando municiones, equipamiento y armas; los imito lo mejor que puedo, soy nuevo en todo esto pero la guerra me obligó a participar, desconozco a la mayoría de mis compañeros y ni sé todas las tácticas, solo puedo salir allá, dar lo mejor de mí, intentar no interponerme y esperar que podamos ganar.

De lo contrario solo nos espera una muerte vergonzosa y trágica.

Corremos a las formaciones, no puedo ver la cara de nadie tras las máscaras, aún si pudiera seguramente todos tendrían expresiones estoicas; reviso de nuevo mi arma y las municiones, el contador parece ser correcto.

Las enormes puertas se abren con un chirrido que solo me pone más nervioso de lo que ya estoy, la alarma resuena y una a una las formaciones van abandonando la seguridad de la base, ruego por mantenerme estable mientras los dedos me tiemblan.

El caos se desata antes de lo que espero, desde la posición de mi formación puedo ver como los primero en salir son los primeros en caer; el enemigo arrasa sin piedad y con tecnología mucho más evolucionada que la nuestra, considero dar la vuelta y retirarme de la batalla pero eso arruinaría terriblemente mi reputación, quedaría como cobarde, alguien que abandona a su batallón en medio de la guerra

No lo permitiré, así que avanzo y lucho con todo a pesar de la inevitable muerte que llega con prontitud.

Suspiro desconectando los auriculares del ordenador, es decepcionante ver como el esfuerzo de meses de juego se deshace en minutos. Perdí todas mis mejoras y compras de la aplicación. Debí saberlo cuando me uní a ese equipo, pero era el mejor de los únicos en los que podía participar.

Tendré que intentarlo alguna otra vez, por mi cuenta.

***

likebooks03

TORMENTO

Corría mientras la lluvia caía sobre mi con fuerza, como ladrillos de duro cemento golpeando mi cuerpo. Huía, volvía... no estaba seguro, solo sabía que no debía parar, no ahora. Debía continuar a pesar del cansancio, el dolor, el frío... y sobre todo los recuerdos. Esos que ardían todavía en mi ser, sin tener en cuenta el tiempo transcurrido. Sabía que había malos, pero también buenos, a pesar de que en ese momento mi mente fuese incapaz de diferenciarlos.

Pero nada de eso me importaba ahora, de lo único de lo que estaba seguro, es que debía correr en línea recta, sin descanso. Porque en el instante en el que lo hiciese, iría hasta allí, hasta ese pasado que inocentemente creí olvidado. Ese pasado en el que no había sido yo mismo, en el que solamente era una sombra asustada de todo lo que podría haber sido.

Con el paso de los años lo había sepultado, casi olvidándome de su existencia. Había crecido, había aprendido y sobre todo, había cambiado. A pesar de todos los obstáculos que se habían interpuesto en mi camino, me había labrado un presente, e incluso un futuro.

Así que cuando por fin paré, a pesar de mi cuerpo entumecido y sin saber como había llegado hasta allí, supe que era donde debía estar.


Allí me había convertido en un creyente. Allí había aprendido a creer en mi mismo.

Desafíos de Novela JuvenilWhere stories live. Discover now