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¡Feliz día! En este martes les traemos las historias seleccionadas por el equipo. Gracias a todos por participar.
Queremos informarles que por motivos de fuerza mayor vamos a tomarnos un breve hiatus hasta el día 17 de Julio de 2019, tiempo que vamos a aprovechar para afinar detalles y así poder afianzar las bases para el taller literario que les habíamos prometido. Esperamos contar con su apoyo y comprensión.
Mientras tanto, les dejamos los relatos seleccionados de este desafío:
En esta carta debo decir lo mucho que me duele tu partida. Entiendo que partiste para servir a tu país, te echaré de menos, esa cara de bebé con facciones muy particulares que me encargue de grabarme en la mente, esas suaves y aunque lastimadas manos haciéndome caricias por el cuerpo y ese bigote que tanto me vuelve loca ya que te insisto hasta el cansancio en rebajártelo y te niegas rotundamente. Echaré de menos tu esencia que llenaba la habitación y dejabas en cama y hacía saber que estabas en el lugar. Echaré de menos nuestras aventuras en los ferrocarriles o nuestros días de campo, o muchos otros días.
No dejo de ponerme triste y echarme a llorar al ver y oler tus efectos personales, tú ropa y cosas del trabajo, las noches en la cama no son las mismas sin ti ya que ahora se siente un gran vacío tanto en la cama como en mi ser. No todo es triste y deprimente te escribo porque estamos esperando un nuevo integrante a la familia, no sé cómo sea eso de estar embarazada de un combatiente, no sé si regresar he de ser certera y decir que no se muchas cosas ya que a mí y otras mujeres no nos dicen mucho.
Te seguiré mandando cartas detallándote todo, recuerda volver a salvo y regresar a mí. Regresa con nuestra familia. Regresa a casa con tu brújula, así me decías porque ya sea que te perdieses encontrabas siempre la forma de regresar a mí.
Esta mañana fui al campo que tanto nos gusta y corte tus flores favoritas y al llegar las puse en un hermoso florero en nuestro recibidor y siempre dejare las luces encendidas de casa para sepas que te estamos esperando, hoy conocí a tu familia, es agradable y me dieron una cálida bienvenida a la familia, en las noches te sueño, sueño tu estridente risa aquella que tanto amo, esa risa que nadie podrá arrebatar de ti y esa forma de ser tan propia de ti espero que el ejército no borre eso de ti.
Nos conocimos un otoño, cuando llegaste a reclamar las cartas perdidas de tu madre. Te ví cruzar las puertas de la oficina de correos y supe desde ese momento que estaba perdido. Nadie sabía las razones por las cuales las cartas no llegaban a tu destino y recuerdo haber prometido al final que lo solucionaría. El corazón me había engañado, vivíamos en un pueblo pequeño con un sinfín de problemas, ¿cómo podría encontrar la aguja en el mar?
