Desafío #21: Resultados

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Hola a todos :) Aquí estamos con los resultados del desafío anterior

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Hola a todos :) Aquí estamos con los resultados del desafío anterior. En esta ocasión solo hemos seleccionado a dos relatos. Recordemos que 1) contamos las palabras y si el relato excede de las palabras estipuladas no se considera y 2) entre más participen, mayores oportunidades hay de ser seleccionados. Enhorabuena a los escogidos. Pendientes al próximo desafío este viernes... que estará bien chévere. 

Aquí los seleccionados del desafío #21:

Emerald1238639

Lo sabía, ¡sabía que esto pasaría! Pero como siempre, las personas son tan ignorantes que no son capaces de escuchar lo que los científicos tienen que decir.

Muchos se preguntarán qué sucede, pues, acontece que unos ladrones robaron un refrigerador que contenía muestras en la Universidad Experimental de las Ciencias, en el laboratorio de microbiología. Lo más lógico del mundo.

Y como resultado, un virus se expandió por la ciudad. Además, como los del gobierno no son más que una bola de idiotas incompetentes, aún no tienen una cura para esta calamidad.

Como sea, apenas noté un comportamiento ligeramente más extraño que de costumbre en mi familia, que ya de por sí es extraña, huí de allí.

Llegué al apartamento de mi novio, y me tomó como una loca por encerrarme en una habitación y descontaminarla, además de hacerle análisis de comportamiento y apariencia a sus familiares ¿Ya les mencioné que soy un poco paranoica? Pues bien, esta paranoia me he salvado de la muerte.

Ya el 80% de los adolescentes entre 13 y 19 años, de esta ciudad obviamente, fueron afectados, y como es de suponer, la mayoría se contagiaron entre ellos.

Imagino que también se preguntarán ¿Qué tan malo puede ser este virus? Pues bien, si deseas que se te seque el cerebro, tus huesos se pongan quebradizos, tu piel se vuelva pálida, y no sepas diferenciar entre el bien y el mal, pues bien. Eres libre de adquirirlo si lo deseas, si igual, se esparce hasta por el aire.

No sé cuántos de mis familiares habrán muerto, una importante parte de mí siente tristeza por ello, si pues, hubieron matanzas en farmacias para buscar "riboflemintum" un supuesto antídoto para la enfermedad. Pero si oyeran la radio pública, sabrían que es un simple placebo para estafarte y robarte el poco dinero que te debe quedar.

Y así como una parte de mí siente lástima, y pena por todos aquellos que conocí... otra parte de mí se siente... ¿feliz?

Obviamente, no disfruto ver a los cadáveres en el suelo, descomponiéndose con su típico olor putrefacto, ni disfruto ver a niños, jóvenes y adultos morir en los estragos para buscar el supuesto antídoto, pero siento que... si me hubiesen escuchado nada de esto hubiera sucedido, pero claro, ¿quién escucharía a una simple adolescente enferma mental?

Pues bien, si no tengo retardo, ni veo "seres imaginarios", no tengo la capacidad de sentir compasión, ni por el más terrible suceso. Y sí, veo mi enfermedad como algo beneficioso, después de todo... no sufro al ver a los demás sufrir y, ¿a quién en su sano juicio le gustaría sufrir?

No sé por cuánto tiempo más estaré en esta fábrica de alimentos enlatados abandonada, no sé si ya contraje el virus, no sé si volveré a ver a algún amigo o rostro conocido, no sé en cuánto tiempo se acabará el alimento, y no sé si sobreviviré, pero da igual ¿no? ¿A quién le importaría la vida de una inhumana insensible?

Misteriosana_08

«Hay dos lobos peleándose:

Uno es la oscuridad y la decepción.

Otro es la luz y esperanza.

¿Cual gana?

Gana al cual alimentes.»

No me acuerdo bien donde escuché esa frase pero ¿que pasa si no tienes con que alimentar a esos dos lobos? Si no hay como preservar la esperanza ni tampoco queda suficiente luz, si aún te niegas a que la oscuridad te consuma y tienes miedo a la decepción de los que quedan.

Me he visto obligada a pelear por esos malditos lobos, por la esperanza, por el miedo a que la esperanza depositada en mi se convierta en decepción.

Cuando estamos tratando de eliminar a esa peste la emoción que nos domina es la adrenalina, a mi me parece algo extraordinario, sentirte tan viva y al mismo tiempo sentir el peligro. He visto cosas morbosas al enfrentarme a estos inhumanos que me han dejado sin nada y lo único que me llena es la latente adrenalina. Justo como ahora corre por mis venas al incrustar mi daga en el medio su cráneo y el maldito zombi vomita en mi cara. Eso parece motivar a mis sentidos destructores que arrancan de una patada su horrorosa cabeza. Me volteó para ver a mis compañeros de la liga de protección de malditos zombis, mejor llamada como la LPM o la puta madre zombis. Se nota que quien puso el nombre no es más ni menos que Rafael, alguien que puedo llamarlo un amigo. Mis ojos estudian alrededor encontrándome a Erica machacando a uno con una puerta y ella me señala a el otro lado del viejo supermercado deshabitado, al cual vinimos a buscar provisiones. Cuando comprendo lo que mi compañera me señala, me deslizo rápidamente por la tienda en socorro a mi otro compañero, Samuel, que está siendo acorralado por otra bestia. A medida que me acerco tengo que dejar ir la conmoción de que el monstruo le haya arrancado un ojo y actuar con una rapidez nata. A sabiendas sacó mi arma de mi cinturón y apuntó al pecho de ese cabeza hueca. Él se retrae e intenta atacarme, soy más rápida y agarro un pedazo de metal para atravesarle la cabeza.

Cuando todo parece haberse terminado examino los cuerpos de los zombis muertos. Hasta ahora poseen cosas sin importancia, pero eso al parecer cambia al encontrar a uno con el uniforme de la NAIZ (no a la infección zombi) lleva años tratando de encontrar la cura al virus y tal parece que la han encontrado. En el cuello de ese antiguo científico hay un collar con lo que parece un líquido extraño y un papel que reza una explicación a esta sustancia de salvación. La alegría llena mi alma y me da la esperanza que he perdido. Pero de pronto siento una mordida en mi cuello y sé que se ha acabado mi tiempo. Lo último que hago es gritar mis últimas palabras al viento:

-He encontrado la cura.

Y solo espero que alguien me haya escuchado.

Desafíos de Novela JuvenilWhere stories live. Discover now