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Hermosos seguidores.
Queremos disculparnos por la demora con la entrega de resultados, tuvimos un par de contratiempos estos días. Nuevamente les agradecemos por todo el cariño que recibe este apartado, nos emociona saber que ustedes disfrutan tanto de esto como nosotros.
En esta oportunidad les traemos tres flamantes ganadores.
¡Muchísimas felicidades!
*La forma en la que se muestra los participantes no tiene un orden específico.
¿Chocolate, vainilla o frutilla?, creo que esos son sabores bastante comunes; ¿granizado o cielo?, tal vez... pero hoy se requiere de algo más "fuerte".
Hasta el final de la lista del menú encuentro el manjar perfecto para las desilusiones, el helado de ron con pasas, sin duda una buena porción no cambiaría nada pero lo haría todo un poco más tolerable.
Y es que esta pena tenía un nombre y apellido que preferiría no haber oído jamás, pero según como yo lo veo ante tal situación solo podría hacer dos cosas: la primera sería tirarme en la cama a abrazar la almohada y llenarla de mocos o podría intentar ahogar mis penas; y... pues... fue esto último lo que escogí.
"Estoy viendo a alguien más", después de esas cinco palabras, todas sus explicaciones perdieron sentido y a él realmente no parecía importarle yo, probablemente nunca le importe en realidad y todo fue un engaño desde el principio.
Podría hallar una lección en todo eso, pero hoy no, hoy solo quiero sentarme aquí y disfrutar de ese delicioso helado, ya que mañana seré la chica a la que miran con pena o tal vez la estúpida cornuda que ni siquiera se dio cuenta de lo que pasaba en sus narices; así que hoy solo disfrutaré de ese helado y si lo necesito pediré otro, y otro, y otro, hasta que el dolor desaparezca o se me congele el cerebro, lo que pase primero.
«¿Por qué estoy aquí?», se preguntó ella, mirando a su alrededor con ligera inquietud. «Ni siquiera me gustan los helados»
Ella no odiaba las cosas dulces, pero tampoco las amaba. No era totalmente superficial y tampoco era una chica obsesionada con las dietas, pero no le gustaban los helados porque consideraba que tenían muchas calorías. No podía comprender el encanto que les veían las otras personas. Incluso abrumada bajo el calor infernal del verano, simplemente no podía comprenderlo.
«¿No sería más práctico simplemente tomar una limonada?»
Ella se cuestionó con ligero nerviosismo mientras sus manos bailoteaban sobre la mesa de la heladería en donde estaba.
