Capítulo 7: Year Two

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-Los resultados de los exámenes de Nick llegarán pronto, James, es muy emocionante, apuesto a que fue el mejor de su clase- dijo Lily radiante de orgullo. Pensaba mucho en su hijo, pero no se daba cuenta de lo cegada que estaba.

-Claro que sí, voy a entrenarlo, necesita saber más sobre Quidditch, mientras más practique mejor será- dijo James radiante de orgullo.

Harry entró, volvió a poner los ojos en blanco, sus padres volvían a hablar de Nick. Es una lástima que nadie se preocupara ni se fijara en él. En cuanto ven que no es Nick lo miran con desprecio y luego no le hablan.

Harry se puso a preparar un sándwich, ya era la hora de la cena pero Harry no había comido mucho.

-¿Qué estás haciendo? Acabamos de cenar- dijo Lily, no quería que sus hijos engordaran.

-No he cenado mucho, tengo hambre- dijo Harry suavemente.

-Pues vete con hambre, vete a tu habitación, la próxima vez será mejor que pidas- dijo Lily enfadada.

-¡MAMÁ TENGO HAMBRE! ACABO DE TERMINAR TODO EL TRABAJO DE CASA- gritó Nick entrando en la cocina.

-Toma- dijo Lily dándole a Nick el sándwich de Harry.

Harry se quedó boquiabierto, ¿cómo podía hacer eso? Se había comido casi toda la comida de la mesa. Ahora le tocaba su sándwich. Frunciendo el ceño se alejó, sintiéndose de peor humor que nunca. Ya contaba los días para volver a Hogwarts. Había vuelto a leer el libro del Príncipe, no se atrevía a probar ninguno de los hechizos, después de lo que el hechizo le había hecho al troll, y se estremecía ante lo que podría hacerle a un ser humano.

Se preguntaba qué pensarían sus padres de sus notas, esperaba haberlo hecho mejor que su hermano. Quería el amor de sus padres, quería que estuvieran orgullosos de él y que dejaran de ignorarle. Tenía el presentimiento de que esto nunca iba a suceder, pero sólo tenía que sentir esperanza. Esperanza de que algún día su familia lo viera, lo escuchara y le hablara. Soñó muchas veces que se sentían orgullosos de él, para luego despertar a la realidad.

Subió a su habitación y puso todos sus libros de primer año en su estantería, junto con todos los demás libros que había coleccionado a lo largo de los años. Su diario, sin embargo, se quedó en su baúl junto con su ropa escolar, no quería que husmearan en él. Lo había hechizado para que sólo él pudiera leerlo o quien él quisiera que lo leyera. No sabía si los hechizos aguantarían, así que no iba a arriesgarse.

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-¡Sus resultados están aquí!- chilló Lily; unos días después, mientras se sentaban a desayunar.

-¡Ábrelos!- exclamó James.

-En primer lugar está- dijo Lily emocionada, pero al ver de quién se trataba se le cayó la cara.

-¿Qué es amor?- preguntó James.

-Hermione Granger, tiene el primer lugar- dijo Lily con cara de que le acababan de quitar el aire.

-Ah bueno, ¿quién tiene el segundo lugar?- preguntó James, tal vez su hijo había quedado en segundo lugar.

-Harry- dijo Lily con cara de confusión, cómo le había ido tan bien a su otro hijo.

-¿Tercero?- preguntó James, más valía que su hijo estuviera al menos entre los tres primeros.

-Draco Malfoy- dijo Lily con cara de tristeza.

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