Capítulo 104: Sanctuary

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-¡Bueno, lo logramos!- Dijo Fleur, levantando su copa, -¡Por el santuario! Y por nosotros por hacerlo posible!-.

-¡Salud, salud!- proclamó Cedric, mientras todos chocaban sus copas, compartiendo una botella de champán juntos para celebrar su éxito. Menos Harry, por supuesto, que estaba bebiendo zumo de naranja en su lugar, pero tan feliz como el resto por su reciente éxito. Todos se sentaron en la sala de estar, todavía agotados por el duro trabajo.

-Gracias por ayudarme, no habría podido hacerlo sin ustedes-, dijo Harry con seriedad, -Bueno, lo habría hecho pero creo que me habría llevado siete u ocho meses más sin ustedes-.

-Ha sido divertido-, admitió Cho, aunque fuera un trabajo largo y agotador al que no estaba acostumbrada. Pasar el tiempo adecuado con Cedric y los amigos realmente la ayudó a tranquilizarse por completo, realmente se sentía como si fuera uno de ellos ahora. No era una simple intrusa que salía con uno de sus amigos, y eso la llenaba de alegría. Había tardado mucho en llegar, y estaba decidida a asegurarse de que durara incluso ahora que se había construido el santuario. -Sin embargo, ¿crees que el Ministerio nos ayudará?-.

-No van a meter las manos en el santuario, ni siquiera para ayudar-, le dijo Harry inmediatamente, negando con la cabeza. -Seguirá siendo independiente, exactamente como su nombre indica un santuario para todos los hombres lobo, no permitiré que lo eviten porque se sientan recluidos o porque el Ministerio intente obligarlos a inscribir sus nombres en el registro con o sin su consentimiento-.

-Hay santuarios en todo el mundo, se financian de forma independiente y sobreviven gracias a las donaciones y a la ayuda de magos y brujas, y no veo ninguna razón por la que el Ministerio tenga que ayudar a este-. Viktor estuvo de acuerdo con Harry. -Es cierto, creo que si el Ministerio se involucra entonces los hombres lobo se irían-, era mejor dejarlo en terreno neutral, en su opinión, pensó mientras terminaba el champán que se había abierto y comprado para esta ocasión especial.

-¿De verdad es tan malo el Ministerio?- Preguntó Cho, con el ceño fruncido, no lo había pensado hasta ahora.

-Tienen razón, para la mayoría de la gente del Ministerio no son personas... son criaturas, las cosas están cambiando a través pero por ahora nada ha cambiado lo suficiente para los hombres lobo-. Cedric admitió: -Dijiste que querías conseguir a alguien que ayudara a los cachorros con los asuntos escolares... ¿qué vas a hacer con su educación mágica?-.

-Bueno, la mayoría de las manadas tienden a hacer la educación ellos mismos, pero me han dicho de algunos que no saben leer y escribir, que fueron convertidos demasiado jóvenes para recordar algo de eso, y difícilmente hay un lugar para que retengan y continúen su educación prácticamente viviendo en la naturaleza, ¿verdad? Quiero que entre alguien que pueda enseñar tanto a los niños como a los adultos que estén dispuestos a aprender. En cuanto a la educación mágica no tengo ni idea. No estoy seguro de que Dumbledore les dejara asistir, no sé por qué lo hizo con Remus, y creo que es el único que ha tenido el privilegio de una educación-. Harry admitió que los problemas no habían terminado sólo porque la construcción y todo lo demás estaba hecho. Sin embargo, eran problemas que podían resolverse con bastante facilidad.

-Bueno, si necesitan un sanador, sabes que estoy dispuesto a ello-, le informó Lukas. Le había hecho una promesa a Harry y la cumpliría, aunque Harry había aprendido muchos hechizos con respecto a la curación para saber lo que hacía él mismo. Era parte del paquete que venía con ser un Maestro de Pociones realmente.

-Puedo hacerles sus varitas, sólo lo sacaré de mi propio encargo, es lo menos que puedo hacer para ayudarles-, imputó Gary; Harry le había ayudado a abrir su propio negocio, que estaba prosperando. Ollivander se ceñía a dos o tres maderas y núcleos, era un poco más flexible en sus creaciones, y aún no había defraudado a ningún cliente. Le dio una sonrisa a su prometida cuando se acurrucó en él, radiante de orgullo.

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