Capítulo 58: Information Moste Evile

4.5K 449 77
                                    

La semana anterior a la conferencia fue bastante ajetreada, Severus había supuesto que su ya no aprendiz se sentaría a descansar. Sin embargo, apenas lo había visto, Harry se pasaba el día leyendo o estaba fuera en algún sitio, lo que, ciertamente, lo dejaba preocupado hasta que volvía. Severus había aprovechado ese tiempo para conseguirle a Harry su regalo de cumpleaños, que eran unas vacaciones, después de todo, su duro trabajo se lo merecía. Dos semanas de crucero por el Caribe, visitando las islas mágicas, con un poco de suerte podrían reunir ingredientes de Pociones que no conocían. ¿Qué podía decir? Era un Slytherin que definitivamente lo aprovecharía. No era sólo que Harry estuviera ocupado, parecía extremadamente preocupado por algo, y nunca había visto a Harry así. Se había comprometido a hablar con él, pero con sus apretadas agendas le estaba costando pillarle el tiempo suficiente para decirle algo. Incluso su madre se había dado cuenta, y por eso Severus se había quedado despierto más tiempo esa noche elaborando pociones para tener tiempo de hablar con Harry como es debido. Tendría que atraparlo primero, cosa que ciertamente no estaba haciendo ahora, ya que se encontraba fuera de la Mansión.

Harry estaba de pie en la puerta de Grimmauld Place, preguntándose si entraría esta vez. Llamando a la puerta antes de acobardarse, esperando impacientemente a que Sirius Black respondiera. Ya había estado aquí dos veces hoy, y se estaba exasperando más de la cuenta. No sólo eso, no estaba seguro de querer compartir lo que había encontrado con Black, porque probablemente iría directamente a Dumbledore. Por mucho que le revolviera el estómago sabía que Sirius estaba en la Orden, y probablemente anteponía la guerra a él.

Entonces por fin oyó que la puerta se abría, Sirius estaba allí con aspecto agotado y todavía con su túnica de Auror. "¡Hola, Harry, entra!" dijo Sirius su mirada cansada desapareciendo mientras sonreía a Harry pareciendo extremadamente feliz de verlo. Era la primera vez que lo veía desde aquel día en que había venido por la poción animaga o como sea que Harry la llamara.

-Gracias-, dijo Harry entrando en el edificio, y dirigiéndose a la cocina, tocando el libro en su mano.

-¿Qué tal?- preguntó Sirius, antes de añadir al entrar también en la cocina. -¿Café? ¿O zumo?-.

-Estoy bien, ¿jugo de naranja si tienes?- respondió Harry sentándose sus ojos verdes un poco oscuros.

-Yo sí- dijo Sirius cogiendo dos vasos y llenándolos con el zumo de naranja solicitado. Pasando uno tomó asiento él mismo, observando que Harry parecía un poco peor. Obviamente le estaba resultando difícil todo lo que estaba haciendo, había oído que Harry seguía en Hogwarts, sólo que ya no cursaba Defensa y Cuidado de criaturas mágicas.

-No necesitas ayuda con otra poción ¿verdad?- preguntó con temor.

Harry resopló divertido y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios mientras respondía. -No-.

-Oh, bien-, dijo Sirius aliviado de sobremanera.

-¿Sabes quién usó este libro de pociones por última vez?- preguntó Harry deslizándolo.

Sirius se quedó mirando el libro de pociones, negando con la cabeza, ciertamente no lo había hecho y no había estado cerca para asegurarlo. -No tengo ni idea, me fui cuando tenía dieciséis años, fui a casa de tus abuelos, me acogieron y casi me adoptaron como propio. Me repudiaron por eso, mi madre me borró del árbol genealógico. Pero tuve suerte, mi tío Alphard me dio una herencia considerable-, admitió Sirius, mostrando su amargura hacia su madre. -Ella luego eliminó a mi tío por eso, ellos creían profundamente en las artes oscuras, y en casarse con purasangres, mis padres eran en realidad primos-.

-¿Tus padres eran mortífagos?- preguntó Harry con curiosidad.

-No, no, pero créeme, pensaban que Voldemort tenía la idea correcta, estaban a favor de la purificación de la raza de magos, de deshacerse de los nacidos de muggles y de que los sangre pura estuvieran a cargo- dijo Sirius.

INVISIBLE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora