Capítulo 18: Harry's Summer and Eileen Thinks on Things

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Ahora estaban en la Mansión Prince, y Severus había estado mostrando a Harry los alrededores, terminando en la habitación que había decidido que sería la del chico. Antes, había llegado a la mansión por medio de un floo y había pedido a los elfos de la casa que prepararan la habitación, lo que en realidad sólo significaba ventilarla y asegurarse de que todo estuviera allí y funcionara.

-Esta es tu habitación mientras dure tu estancia-, dijo Severus con suavidad, abriendo la puerta y haciendo pasar a Harry. El joven de catorce años jadeó, con la respiración entrecortada al entrar en una habitación que era fácilmente del tamaño de todo el piso de Eileen. La habitación era muy luminosa y ventilada. Al frente, dos conjuntos de enormes puertas daban a un enorme balcón, y a un lado había una puerta que conducía a un baño grande y espacioso, que estaba hecho en un color lavanda y blanco muy claro. Había una ducha pegada a la pared donde estaba la bañera blanca con grifos dorados, y el lavabo y el inodoro eran del mismo color. El dormitorio en sí estaba hecho en colores neutros, con paredes de color crema pálido, una alfombra de pelusa de color toffee, muebles de madera oscura y ropa de cama de color crema. Los muebles consistían en la cama, una mesita de noche, una gran estantería, un armario doble, una cómoda con cinco cajones extraíbles, un pequeño armario para libros y demás, un tocador, una mesa de estudio y una silla, un sofá y unas sillas acolchadas a juego, y una mesa de centro. En el escritorio había todo tipo de papelería, pergamino, plumas y todo lo que podía necesitar para empezar a trabajar en su Aprendizaje, y la estantería tenía mucho espacio para poner todos sus libros, lo que le agradaba mucho.

-¡Es precioso!-, dijo Harry, con los ojos verdes brillando de asombro. Ni siquiera su hermano tenía una habitación tan buena, y Nick tenía la habitación más grande de la casa después de hacer que sus padres se intercambiaran con él. Sin embargo, por alguna razón la Mansión Potter no era tan extravagante como este lugar. Harry siempre había tenido la habitación más pequeña de la Mansión Potter, e incluso Roxy se había puesto furiosa, incluso a su corta edad, cuando Nick consiguió que sus padres intercambiaran las habitaciones.

-Me alegro de que lo apruebes-, dijo Severus con sequedad, aunque le alegraba ver a un Potter (aunque ahora no lo fuera) tan humilde. Harry era diferente a su familia y siempre lo había sido, lo había notado desde el principio. No sabía por qué le había dado una oportunidad a éste, pero se lo agradecía eternamente. Ahora tenía a alguien a quien transmitir sus conocimientos de Pociones, alguien a quien quizás algún día podría ver haciendo grandes cosas.

A Harry le había ido bien en Pociones mientras que a su hermano no, y su profesor tampoco se había preocupado por su gemelo. En la joven mente de Harry, era su oportunidad de brillar aunque fuera por un breve momento. Quería demostrar que no era Nick y que podía hacerlo bien. El hecho de que Severus Snape no hubiera sido desagradable hizo que Harry asumiera que sí había demostrado su valía. A partir de ese momento, leía todos los libros que podía, queriendo hacerse notar, aunque sólo fuera por los profesores Snape y Flitwick, luego sólo por Flitwick porque Snape ya no daba clases.

-¡Yo sí! Es genial, ¡gracias, señor!- dijo Harry con entusiasmo.

-De nada. Antes de que se me olvide, aquí está tu antiguo baúl del colegio-, dijo Severus, sacando una caja rectangular muy pequeña. Colocándola en el suelo, la devolvió a su tamaño normal. Había recordado que el niño no tenía su viejo baúl de Hogwarts y había acudido por Floo al despacho de Dumbledore, donde había solicitado las posesiones del alumno ahora vivo, algo aliviado de que el anciano hubiera jurado que no había leído el diario cerrado mágicamente. A pesar de todo, había utilizado un Encantamiento Invocador, sólo para asegurarse de que todo lo de Harry acabara en el baúl, antes de marcharse.

-¡Oh, me había olvidado de eso!-, dijo Harry casi avergonzado.

Severus sonrió sardónicamente. -Te dejaré para que te instales, entonces. Hoy no vamos a hacer nada, así que puedes pasar el resto del día familiarizándote con los terrenos y la mansión-, dijo el maestro de Pociones con suavidad. -Si una puerta está cerrada con llave, tenga la amabilidad de no entrar en esa habitación, aunque el resto, no tengo problema en que entre a examinarla-. Con esa instrucción, Severus sabía que el muchacho no entraría en su habitación personal, ya que había cerrado la puerta de la misma antes de llevar a Harry de vuelta a la Mansión Prince, sabiendo que tenía la intención de dejar que su nuevo Aprendiz mirara alrededor casi libremente.

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