7. "Un balde, una esponja y celos - parte 1"

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Un balde, una esponja y celos

A eso del mediodía, y con seis soldados menos, la legión de reconocimiento finalmente puso pie en el reconfortante y viejo asentamiento. Desafortunadamente, para la esperanza de la humanidad, la legión se cruzó con cinco titanes y un anormal, dando como resultado una caótica batalla a campo abierto y la perdida de valiosos soldados en el proceso.

Ahora solo 26 seguían en pie.

El cuerpo de Giselle se encontraba cansado, al punto de saber que en cualquier momento caería rendida en una esquina del asentamiento y se dormiría plácidamente hasta el otro día.

La batalla a campo abierto se había robado, al menos, un 90% de su energía. No era solo que el equipo tridimensional era completamente inútil en una explanada sin árboles, sino que, estos titanes en específico se comportaban más erráticos de lo normal, casi como si les desesperará el doble el comerse un humano.

Como consecuencia el equipo de operaciones especiales, al mando del infame capitán Levi, tuvo que improvisar sobre la marcha para salvar a sus compañeros de la legión, ingeniando planes descabellados y lanzándose unos a otros hacia los titanes.

Camille Hook se sentó a un lado de su mejor amiga y le estiró una pequeña cantimplora con agua fresca, sabía que Giselle se estaba esforzando el triple, eso lo podía observar en el seño fruncido que llevaba durante todo el viaje, ahora quería conocer el porqué, y sospechaba que un malhumorado hombre era el culpable.

- ¡Sentí que fue un viaje de tres días! -protestó Camille estirando sus brazos en el aire. -Espero podamos encontrar algún buen espécimen, Hange nos prometió días libres después de esta misión.

- ¿De verdad? -pregunto Giselle mientras se limpiaba el resto de agua que colgaba de su mentón.

-Así es -sonrió Camille con honestidad. -Tienes que ir conmigo a casa, mi madre te quiere conocer.

Los ojos azules de Giselle se posaron en la sonrisa abierta de su pelirroja amiga, nunca se habría imaginado que Camille le hablaba a su madre de ella, pero ahí estaban una al lado de la otra apoyándose y queriéndose incondicionalmente.

-Por supuesto -respondió finalmente la castaña. -Ya me preguntaba cuando me llevarías a probar la magnífica comida de tu madre -dijo Giselle imitando el tono de voz de Camille.

La pelirroja golpeo el hombro de su amiga, por el momento dejaría en paz el asunto y no molestaría a Giselle con preguntas tontas sobre el capitán Levi, a lo mejor solo eran estupideces de ella y en realidad nada estaba ocurriendo con Gi.

Giselle le devolvió la cantimplora sin decir una palabra y se levantó con pesadez del suelo.

-Si sigo aquí sentada moriré -explicó con un gran bostezo. -Iré a ver a luna.

Cuando la inducción a la milicia finaliza, y los soldados que eligieron la legión de reconocimiento comienzan con los primeros entrenamientos especializados de esa facción, se les pide elegir un caballo, o que el caballo los elija a ellos.

El día en que Giselle vio el hermoso caballo blanco con crin dorada alejado de todo el grupo supo que ese sería su caballo, y al parecer la yegua, a quien más tarde nombraría Luna, también la había elegido.

Fue amor a primera vista.

Se dirigió rápidamente a los sucios establos del asentamiento, arrastrando las botas y con la mirada fija en el suelo. Los líderes de escuadrón y el capitán Levi les habían otorgado una hora de descanso, antes de comenzar a limpiar frenéticamente el asentamiento y preparar grandes raciones de comida para los 26.

Sueños de libertad - Levi Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora