40. El final, tal vez

1.3K 159 46
                                    

40

El final, tal vez

Se detuvo sobre uno de los grandes y duros pilares de cristal, con la mirada fija en la batalla que Levi y Kenny el destripador, el hombre que había cuidado de él en su infancia, mantenían en el aire.

Parecía un verdadero espectáculo, ambos eran expertos en el área de la lucha, y eso se notaba a leguas, ninguno flaqueaba ante el golpe del otro.

Giselle suspiró frustrada, por más que quería correr a ayudar a su capitán y matar juntos a Kenny el destripador, ella también tenía una misión y también debía proteger a los demás soldados de su escuadrón que luchaban a su alrededor, lo cual la detuvo de cometer una locura.

Volvió a enganchar su equipo tridimensional, y flotó por la iglesia persiguiendo a dos hombres que intentaban atrapar a Jean.

-¡Por la izquierda! -gritó su amigo mirando deliberadamente hacia atrás.

Giselle se desvió con facilidad, y en un par de segundos ya tenía sometido al hombre que intentó disparar con impotencia sobre su piel.

Afortunadamente Jean había logrado acabar con uno de los hombres que lo perseguían antes de que Gi pudiera recuperarse del todo, entonces, para cuando había emprendido nuevamente su vuelo a través de la iglesia de cristal, el segundo hombre que perseguía a Jean ya había sido derribado por la fantástica Mikasa Ackermann.

El equipo se estaba transformando en uno solo, se compenetraban fantásticamente.

Todo parecía ir espectacularmente bien, o al menos así lo sentía ella, hasta que escuchó un agudo grito y un fuerte golpe retumbar en una de las paredes de la iglesia.

Sintió como todo a su alrededor se detuvo, en un tenso momento de incertidumbre, y entonces cuando sus ojos finalmente se encontraron con la escena no pudo evitar dejar escapar un grito.

Su amiga, quién le había tendido la mano más de una vez en el pasado, quién le alegraba el día con sus absurdas teorías y la apoyaba frente a todo en su relación con Levi, se encontraba en el suelo desangrandose.

-¡Hange! -gritó con impotencia, y casi como si una furia descomunal creciera dentro de ella, viajo a través de la iglesia matando a más de seis hombres en el proceso hasta llegar al cuerpo inerte de la castaña.

Sintió como el sonido de un equipo tridimensional viajaba con rapidez por sobre su cabeza, cuando levantó la mirada se encontró con Kenny Ackerman, el familiar perdido de Mikasa, el destripador y quién había cuidado de Levi por un tiempo en el subterráneo escapando hacía una sala escondida que se encontraba más allá del gran hall de cristal.

Se quito su chaqueta con rapidez, ignorando el hecho de que quedaba tan solo en una pequeña camiseta de tirantes oscura, y la posicionó bajo la cabeza herida de su amiga, quién a duras penas abría sus castaños ojos.

-No te muevas, Hange -ordenó Giselle. -Te llevaré con los demás.

Como pudo tomó a la castaña en sus brazos y se impulsó, sin siquiera importarle que parte de los soldados de Kenny seguían en la lucha con sus compañeros, sabía que ellos harían lo imposible por cuidar su trayecto hasta el área segura.

Y así fue, con mucha dificultad llegó hasta Moblit y Antón quienes esperaban ansiosos la llegada de una herida Hange.

-¡Sub comandante! -gritó Moblit con angustia al ver la sangre derramada sobre la piel descubierta de Giselle. -¿Cómo esta?

-Inconsciente -explicó Gi. -Pero sobrevivirá.

-¡Están escapando! -gritó Jean llegando junto a Levi y Mikasa.

Sueños de libertad - Levi Ackerman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora